Con nada menos que 103 años, Juana Cerda Pascual es tal vez la mujer más longeva de San Francisco y recibió esta semana la segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus Sputnik V en el Superdomo, convirtiéndose también en una de las personas con mayor edad en vacunarse en todo el país.

Caminando, con ayuda del andador si son tramos largos, y con su alegría que la caracteriza, Juana recibió a El Periódico en su vivienda de barrio El Prado para charlar sobre su vida, su actualidad con la pandemia y lo que todos le preguntan: ¿cuál es el secreto para vivir tantos años y con esa lucidez?

“La primera vacuna no la sentí, no me hizo nada, pero la segunda me dejó el brazo doliendo, por suerte ya estoy mucho mejor”, explicó esta mujer nacida en Murcia, España, y que llegó a la Argentina con apenas 13 años.

Juana tiene 103 años y se vacunó con la segunda dosis: “El secreto es mirar siempre para adelante”
Juana fue al Superdomo para vacunarse. (Foto: gentileza Karina Salvático) 

“Con la pandemia todavía la trato de llevar bien, por supuesto con la edad que tengo no puedo bailar la Jota como dicen los españoles, pero la vengo llevando más o menos”, expresó.

Al mismo tiempo manifestó que nunca en su vida le había tocado atravesar por una pandemia de estas características.

El secreto de la longevidad

Juana está a medio año de cumplir los 104 años de edad y lo quiere festejar. Es una la abuela que posee una memoria prestigiosa, gran lucidez y le gusta leer mucho.

“Yo tuve mi marido que era italiano y muchas veces teníamos problemas, él siempre me decía que los problemas hay que dejarlos atrás y hay que mirar para adelante”, comentó, y subrayó que esa es una de las claves en su vida.

“Este hombre me dio una escuela tan hermosa porque era una persona excepcional. Hace muchos años que murió y sin embargo siempre pienso en él”, indicó con nostalgia.

Como si todo esto fuera poco, la abuela comentó que todos los días con la comida toma un vaso de vino con soda. “No importa si es blanco o tinto, mientras sea vino”, expresó entre risas la abuela de barrio El Prado.

Su llegada al país

Juana Pascual Cerda nació el 4 de octubre de 1917 en Murcia, España, pero como les pasó a millones de familias europeas por diferentes motivos eligieron emigrar a la Argentina para iniciar un nuevo camino.

Tenía sólo 13 años cuando llegó a Córdoba capital junto a toda su familia. Su padre falleció al poco tiempo por lo que desde muy joven tuvo que ponerse a trabajar para ayudar a su madre.

“Vine a la Argentina en el año 30, justo cuando había una gran crisis. Se vino mi padre y toda la familia cuando yo tenía 13 años”, recordó.

“Me casé con un italiano que valía oro y en el mundo no hay otro como él. Cuando falleció me puse una pensión para poder vivir. Después mi hija se casó con un muchacho de San Francisco y me vine para acá hace algunos años”, relató Juana.

“Toda mi vida me dediqué a ser ama de casa y trabajé mucho. Siempre estoy alegre. Me gusta San Francisco, estoy muy bien. Mi nieto me protege y mi familia me cuida mucho”, finalizó.