La alegría les brota hasta por los poros, cuentan los días que restan para llegar julio mientras preparan gorras, remeras y banderas que los identifiquen en su viaje especial. Son jóvenes de la ciudad y región, representantes de la diócesis, que desde el 23 al 28 de julio próximos participarán en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se realizará en Río de Janeiro y que tendrá como condimento especial la primera visita del papa Francisco a Latinoamérica.

La JMJ se realiza anualmente en las diócesis de todo el mundo, aunque cada 2 o 3 años ofrece un encuentro internacional de los jóvenes con el papa. La última edición internacional fue realizada en agosto de 2011 en Madrid, y reunió más de 190 países.

Emocionados

Para los jóvenes de la diócesis local el viaje estaba programado desde hace tiempo, mucho antes de la renuncia del papa Benedicto, pero la sucesión de eventos que se desataron en torno al trono de Pedro, con la posterior asunción del cardenal argentino, ahora Francisco, desató la alegría en estos chicos.

“Antes de la asunción de Francisco estábamos emocionados de poder viajar a la jornada mundial y cuando pasó todo esto y saber que vamos a ver a nuestro papa argentino, es una doble alegría”, resumió Gisela Mezzadra, una de las jóvenes que viajará a Brasil en julio.

“Se estiman que van a participar más de 2 millones de jóvenes –explicó el sacerdote Gabriel Ghione-, porque Latinoamérica es el lugar con más católicos en el mundo, y de la Argentina ya hay confirmados muchísimos contingentes”.

De la diócesis de San Francisco son alrededor de 40 personas las que viajarán para dicha jornada. Y se trata de jóvenes de la ciudad y de localidades vecinas como Porteña, Freyre, Morteros, Las Varillas y Arroyito, entre otros.

Remeras y banderas en Río

Son algunos de los detalles que están terminando los jóvenes de la diócesis local para llevar a las plazas de Río de Janeiro. “Estamos preparando todo el merchandising para tener durante la jornada, todavía estamos organizándonos porque falta tiempo, pero estamos muy ansiosos. También nos vamos preparando con catequesis, tenemos encuentros de reflexión en torno a la palabra de Dios”, destacó Gisela.

El sacerdote Gabriel Ghione explicó que la JMJ no es un ámbito de turismo sino un espacio de fe. “Nosotros como peregrinos inscriptos tendremos jornadas de catequesis, de misiones, además de la participación en las celebraciones multitudinarias, el vía crucis y vigilias de oración”, precisó.