Un equipo de investigadores de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) Facultad Regional San Francisco trabaja en desarrollar materiales biodegradables a partir de residuos orgánicos, como cáscaras de naranja, descartes de la remolacha y suero de leche, con el fin de reemplazar plásticos convencionales y reducir el impacto ambiental.

El grupo de investigación denominado ProNaM (Productos Naturales y Materiales), liderado por la doctora en Ingeniería Química, Vanina Guntero, desarrolla diversas líneas de investigación orientadas a la reutilización de residuos. “Estamos trabajando en esta planta piloto-una de las islas del patio de la Facultad-, donde hacemos las actividades de laboratorio. Tenemos varias líneas de investigación, todas orientadas a revalorizar los descartes y relacionadas con objetivos de desarrollo sostenible”, explicó Guntero a El Periódico.

En este sentido, la ingeniera química especialista en ingeniería ambiental, docente y miembro del equipo de trabajo, Silvina Guzmán, sostuvo: “Todas estas líneas de investigación tienen como objetivo desarrollar productos que sean amigables con el medio ambiente y que contribuyan a una economía circular. Estamos en el desarrollo de nuevos materiales que reemplacen a los plásticos convencionales, que son contaminantes y que traen tantos problemas a nuestro ambiente y a la biodiversidad”.

ProNaM surgió en el año 2016 y está integrado además por los docentes investigadores Gabriela Fiore, Victoria Schultheis y Nicolás Bertoneri; junto a los estudiantes de grado y becarios, Yamile Aon, María Candela Acuña, Deisy Galuppo, Regina Toninetti, Candelaria Masera y Matías Nari.

Líneas de investigación

Entre los fundamentos mediante los cuales se presenta el grupo explican que “una de las propuestas para mitigar los problemas de contaminación ambiental y el agotamiento de los recursos naturales es desarrollar materiales alternativos alineados con la sostenibilidad”.

Al respecto, las investigaciones que plantean representan una valorización de los derivados de la biomasa vegetal (desechos) para obtener compuestos activos que interesan en la industria cosmética, alimenticia y del envasado (packaging). 

Investigadores de UTN utilizan desechos para crear materiales biodegradables y reemplazar plásticos

Uno de los trabajos que llevan adelante es la obtención de compuestos bioactivos a partir de descartes de verduras y hortalizas, en este caso remolachas, para su incorporación en formulaciones industriales de consumo humano. El grupo investigador explicó que las remolachas contienen betalaínas y compuestos fenólicos que se pueden aplicar como colorantes alimenticios de origen no sintético y por sus propiedades antioxidantes en diversas industrias como la alimenticia o cosmética, por ejemplo.

Otra de las líneas de investigación apunta a la reutilización del lactosuero que generan las industrias lácteas en la elaboración de quesos, para formar con ellosfilms biodegradables con el propósito de prolongar la vida útil de productos.

“Tanto en San Francisco como en la región, las industrias lácteas generan lactosuero como subproducto en la elaboración de quesos, el cual una parte es vendido a otras industrias que aprovechan su valor nutricional para producir otros alimentos, mientras que, el resto es descartado, causando problemas de contaminación en ríos, aguas subterráneas y suelos”, explicó Guzman.

Por otro lado, también trabajan en el desarrollo de films biodegradables a partir de la pectina cítrica, obtenida de las cáscaras de naranjas, para ser utilizados como recubrimientos de frutas y verduras.

Buenas críticas

Esta última línea de investigación sobre las pectinas de las naranjas fue presentada semanas atrás por integrantes del grupo en el 7º Congreso Argentino de Ingeniería y el 13° Congreso Argentino de Enseñanza de la Ingeniería desarrollado en la provincia de San Juan, donde recibieron muy buenas devoluciones.

Matías Nari es estudiante avanzado de Ingeniería Química y pertenece al ProNaM desde principios de 2023. Decidió involucrarse en el proyecto de la creación de film biodegradable a partir de la pectina de las cáscaras de naranjas.

El becario explicó que para obtener dicho film se realiza un proceso que se llama casting, que lleva una serie pasos de la que se obtiene la pectina en polvo. “Luego ese producto se homogeniza con otros reactivos y finalmente se forma un hidrogel, que luego se lleva a secado y se obtiene ese film que se plantea como potencial uso para la industria del packaging de alimentos”, detalló.

Luego agregó: “Hemos realizado distintos ensayos físico-químicos para comprobar justamente la textura y la acción que tiene este material, además de su comportamiento ante derrame de líquidos y también su prueba de biodegradabilidad tanto en el suelo como en el agua”.

Según los resultados obtenidos, estos films se degradan en el suelo en aproximadamente dos semanas y en el agua en un día, a diferencia de los plásticos convencionales que tardan miles de años en descomponerse. “Buscamos que nuestro film tenga una utilidad pero que cuide el medio ambiente, que se degrade rápido y que no genere problemas en el ambiente”, agregó Nari.

Si bien el estudiante expresó que los estudios se encuentran en etapa de laboratorio, la intención es ir paso a paso para que el material tenga el mejor desarrollo posible. “Este es un producto que, con más investigación, con más trabajo y desarrollo, tiene realmente potencial para mitigar uso de los plásticos”, resumió.

Guzmán, Nari y Guntero.
Guzmán, Nari y Guntero.

Trabajo conjunto

Guntero hizo un llamado a la comunidad como al sector privado industrial para trabajar en conjunto con estos u otros proyectos: “Como Universidad tenemos la obligación y el compromiso de dar respuestas a la sociedad. Por eso, invitamos a empresas, particulares y organizaciones interesadas en la economía circular y la sustentabilidad a que se sumen a conocer nuestras investigaciones y, quedamos abiertos a la posibilidad de trabajar en conjunto para desarrollar soluciones innovadoras”, cerró.