Nadie recuerda con exactitud el año en que fueron pintados, pero sí que fueron las manos del pintor local Rubén Canelo las que plasmaron en la pared de la sala de espera de Pediatría de la Clínica Carrá aquel mural con ratoncitos.

Se trata de una obra histórica que, a pesar de las numerosas reparaciones en infraestructura, jamás fue removida. Por el contrario, fue restaurada.

Celeste, la secretaria de Pediatría desde hace un año, comentó que “hay gente que hace años que viene con los hijos y todavía le sorprende que sigan estando los ratoncitos. Les parece agradable” y agregó que “a los chicos les llama mucho la atención”.

Inmortales ratoncitos

José Patrignani (p), profesional que atiende desde 1974, contó que “siempre se conservaron, siempre estuvieron, nunca se intentó sacarlos y cuando se quiso se prohibió”. Además comentó que cada tanto “lo embellecía o lo rectificaba la Escuela de Bellas Artes, lo hizo en dos o tres oportunidades”.

Por último, expresó: “Mientras yo viva y mientras esté José Luis, mi hijo, no se tocan. Esto es tradición, están ahí desde hace más de 40 años”.

Curiosidad

Sobre los comentarios de los pacientes, Patrignani aseguró que “siempre preguntan, quieren saber quién lo hizo, desde cuándo están, cómo se conservan”.

Por último recordó que una vez una persona de la clínica propuso quitarlos. “Una vez, un contador los quiso limpiar a todos y lo saqué rajando. Antes había sillas marrones, que están distribuidas por ahí y fueron hechas a mano. Esas eran sillas de pediatría y ese contador las hizo cambiar por las que hay ahora. Pero solo eso le dejamos hacer”, contó.

Inmortales ratoncitos

Además, Juan Pozzi, otro profesional que trabaja en la clínica, explicó que el mural surgió porque Canelo tenía una relación muy personal hace más de treinta años con su padre, también médico y que atendía a los hijos del pintor.

Sobre Rubén Canelo

Rubén Canelo, fallecido en 2010, había nacido el 1 de noviembre de 1929. Si bien se consideraba autodidacta, el pintor y creador de estructuras metálicas estudió con Miguel Pablo Borgarello, entre otros artistas de renombre.

Muchas creaciones suyas aún permanecen en nuestra ciudad, entre ellas, la figura que se exhibe frente al Centro Empresarial y de Servicios. Asimismo ha hecho trabajos en ALPI, murales en el CES, en la UOM y en iglesias.

En una entrevista con El Periódico, había manifestado que a los cinco años ya mostraba indicios de su habilidad con el pincel: “La maestra ya se daba cuenta que tenía algo diferente cuando veía que rayaba el cuaderno de otra forma con el lápiz”, narraba por aquel entonces.