Un voraz incendio destruyó este viernes una fábrica familiar de muebles de madera ubicada en Calle 56 al 400 (entre la 9 y la 11), en la ciudad de Frontera.

Al llegar arribaron en primera instancia bomberos voluntarios de Frontera, a cargo de Javier Díaz. Ante la magnitud de las llamas debieron convocar a sus pares de San Francisco, que bajo el mando de Ariel Ronconi arribaron con tres dotaciones y diez hombres.

Las llamas sin control provocaron daños materiales totales dentro del galpón taller. Hasta se quemaron un automóvil marca Chevrolet Corsa que se hallaba en el sector en la parte exterior; y una camioneta y una moto Honda Wave ubicadas adentro. 

Afortunadamente no hubo que lamentar víctimas fatales ni personas lesionadas.

El fuego también afectó a un vehículo. Afortunadamente las llamas fueron controladas y no llegaron a las viviendas aledañas.
El fuego también afectó a un vehículo. Afortunadamente las llamas fueron controladas y no llegaron a las viviendas aledañas.

Mientras los efectivos trabajaban se escuchaban detonaciones dentro del lugar y la caída de la estructura a causa de este grave siniestro.

Díaz, a cargo del cuartel de Frontera, explicó a El Periódico que se trató de un “incendio generalizado” que por su magnitud debieron no solo convocar a sus pares de San Francisco sino además contar con la ayuda de los camiones cisternas de la Municipalidad de esta ciudad: “Se necesitó mucha agua. Lamentablemente los daños materiales fueron completos. Sí no hay víctimas, aunque se necesitó realizar el traslado por prevención de una persona que se encuentra postrada y que estaba en una casa aledaña”.

El jefe del cuerpo de bomberos de la vecina ciudad indicó que pudieron contener el fuego para que no llegue a las casas vecinas ni tampoco a la vivienda del propietario de la fábrica, la cual se encuentra detrás del galpón.

Devastados 

Daniel Madera, dueño de la fábrica, explicó a El Periódico que se encontraban trabajando afuera sobre unas bases de sommier y que ingresaron un momento a la fábrica y cuando volvieron a salir “estaba todo prendido fuego”.

El hombre descartó por el momento que haya sido algo intencional y dijo que tenía un total de 500 de estas bases, las cuales ardieron en llamas.

“Vamos a tener que empezar de cero otra vez. Además se me quemó un auto, una camioneta y una moto que era el regalo de 15 de mi hija. También máquinas nuevas que habíamos comprado, este era nuestro medio de vida”, lamentó.