Ya hace muchos años que se sabe y se le recomienda a las madres que dejen de fumar, al menos, mientras están embarazadas ya que le puede causar problemas respiratorios al bebé y hasta la muerte además de generar un parto prematuro.
 
Desde la Universidad de Durham, en Reino Unido, la doctora Nadja Reissland, del departamento de Psicología, examinó a más de 20 mujeres, según publica The Times.
 
De esta manera, Reissland demostró que los fetos que tienen madres que son fumadoras se tocan la boca y la cara con mucha más frecuenciaque aquellos que tienen madres que no fuman.