Claudio Eder (43) es amante de los fierros y un día tuvo el sueño de restaurar un auto como hobby, pero también como homenaje para recordar los domingos en familia con sus padres y abuelos disfrutando del turismo carretera.

En el año 1996 se compró una Coupé Ford cinco ventanas modelo de 1937. Se encontraba en bastante mal estado, así que la tarea de restaurar llevó tiempo y una dedicación extra.

“Siempre tuve pasión por los autos, los motores, todo viene desde la infancia, me gustaba mucho estar en la mesa viendo el Turismo Carretera los domingos en familia con mis padres y abuelos. Pero como es un hobby lo fui haciendo con tiempo y paciencia”, le contó Claudio a El Periódico.

Para la ardua tarea de la restauración Eder se puso en contacto con un reconocido mecánico de la ciudad, don Héctor Giraldotti.

Hizo realidad su sueño de cuatro ruedas

Estilo moderno

La primera idea era restaurar la coupé de forma original, pero con el paso del tiempo fue seduciendo a los restauradores la alternativa de transformar el auto con un estilo Hod Rot.

“Sería una especie auto de calle modificado-explicó Claudio-. Empezamos a ver qué modificaciones se le podían hacer, siempre dejando la carrocería original. Se le puso un motor V 8 de un auto nuevo, discos de frenos en las cuatro ruedas, dirección hidráulica, levantavidrios, tapizado de cuero, entre tantas cosas”.

De este modo la coupé fue obteniendo un estilo moderno, la parte delantera es 15 centímetros más larga que la original y está ensanchada en los guardabarros para brindarle un aspecto deportivo. Aunque la novedad más notoria es que el capó se levanta por un mecanismo eléctrico-hidráulico, oprimiendo un botón desde el interior.

“Es un auto que causa impresión, uno cuando lo maneja por la calle se da cuenta, ha gustado, en ese sentido me deja tranquilo que todo el trabajo que se le hizo sirvió porque a mucha gente le gustó”, sostuvo el propietario.

“Así lo soñé”

Pintada a dos colores-gris y azul metalizado- la coupé aparece reluciente. Por esto Claudio reconoció que el resultado fue soñado pero que no volvería a restaurar otro auto

Hoy la coupé tiene todas sus condiciones para circular tanto en la ciudad como en ruta, pero Eder sostuvo que sólo se utiliza para disfrutar en familia. “La cuido mucho. Me han ofrecido comprármela, pero para mí no tiene precio, esto es algo hecho con el corazón, es parte de la vida de uno”, dijo.