De las aves suele decirse que hay que observarlas con paciencia, porque tienen mucho que enseñar. Así lo entiende Dulia, una vecina de 83 años que vive en barrio Roca de nuestra ciudad, quien se comunicó con El Periódico para destacar la construcción de un hornero de barro que dos aves han montado con mucha vivacidad sobre unos cables de luz ubicados en Lamadrid esquina Colón, muy cerca de su vivienda. “Han hecho la entrada hacia el norte, para que cuando haya viento sur no se les derrumbe por el mismo”, explicó la mujer, destacando la inteligencia de estos pájaros.


Dulia contó también que los ha ayudado dejándoles jarras de agua en la vereda, para que puedan hacer el barro y de esa manera seguir con su nido.
En la actualidad, vive allí una familia compuesta por cuatro pájaros horneros.  “Revolotean todo el día, entran y salen”, dijo la mujer entre risas.