En cuanto a los minerales, se destaca la presencia de potasio. También contiene magnesio, hierro y calcio, aunque en menor proporción. El potasio es necesario para tu actividad muscular y el magnesio posee un suave efecto laxante.
Además, por su contenido en fibra, produce una gran sensación de saciedad después de haberla comido, aportando muy pocas calorías, por lo que tenés vía libre a la hora de elegirla como guarnición o como plato principal. Las hojas más verdes concentran la mayor parte de vitaminas y minerales.

Elegí la que te gusta y creá con lo que prefieras. Dale un toque exótico con champiñones, rodajas finas de calabacín y berenjena o espárragos verdes. Los frutos secos y las semillas como el sésamo, pipas de calabaza o de girasol, te dan el toque crujiente y un plus de vitaminas y antioxidantes. Las nuevas tendencias combinan todo. Cuanto más colorida sea la ensalada, más nutritiva. Probalas y refrescá tus días.

EXTRA VERDE

LECHUGA DE HOJA O CRIOLLA: También llamada lechuga de hojas sueltas. La tradicional. Sus hojas crujientes van bien para casi todas las ensaladas.

LECHUGA PARA CORTAR O ROMANA O ESPAÑOLA: Tiene una textura quebradiza y un sabor suave. Sus hojas son de color verde oscuro.

ESCAROLA: Existe la rizada y la francesa. Ambas tienen un sabor picante, que aviva el sabor de cualquier ensalada.

LECHUGA LOLLO ROSSO O RADICIO: Es una lechuga rizada, de color rojizo y sabor amargo.

ENDIVIA: Es un tipo de hoja delicada con un sabor característico.

LECHUGA HOJA DE ROBLE: Las hojas rojizas, verdes y marrones de esta lechuga alegran cualquier ensalada.

LECHUGA BATAVIA: su color verde se convierte en rojizo en los extremos de las hojas. Es una variedad de lechuga con repollo.