Mirta Montano – Docente de Nivel Primario.

Es una necesidad que la educación sea de igualdad, calidad y con equidad continua, pero decir que el docente es el responsable del fracaso escolar, es de una mirada parcial y superficial.

Estoy de acuerdo que en numerosas escuelas la desigualdad y el desinterés son el mayor problema de la educación, por ello es necesario contar con líderes educativos, ya que la realidad demuestra que algunos docentes se encuentran pocos comprometidos, evasivos a la problemática actual de nuestros jóvenes.

María del Carmen Arguello - Profesora de Historia

El fracaso escolar, está asociado a múltiples factores, familiares, sociales, materiales y culturales. Citando a Bourdieu, en los conceptos de que la escuela impone la cultura dominante, nos remite a pensar en la historia argentina durante la generación del 1880, con el sistema de educación y la política de Estado, donde los pobres eran marginados y  no tenían acceso a la educación.

En la actualidad el acceso lo tienen todos, pero me detengo en los distintos estudiantes que llegan a las escuelas con desigual capital cultural y lingüístico,  y en la posibilidad de integrarse asimilando la cultura escolar.

Si hay voluntad, acompañada de políticas de Estado efectivas, no tendría por qué existir el abandono y el fracaso escolar.

María Eugenia Linares – Profesora de Apoyo escolar

Es necesario establecer una estrecha relación con un aspecto contrapuesto al fracaso escolar: la inclusión y la calidad social de la educación.

Es necesario pensar una escuela que combata todas las formas de discriminación y preconceptos; que respete las diferencias y centre sus esfuerzos en la construcción del conocimiento; que oriente sus acciones pedagógicas hacia los nuevos paradigmas de las ciencias educacionales, y que entienda la educación como un derecho de todos y de igualdad de oportunidades como forma de combatir los procesos de exclusión escolar.

En la medida que cada uno asuma un verdadero compromiso, la inclusión, la equidad y éxito escolar, dejarán de ser una utopía.

Adriana González – Mamá de tres niños escolaridad primaria

Me parece que echarle la culpa a la escuela, o a sus profesores, en principio sería una forma fácil de encontrar responsabilidades. El sistema educativo presenta múltiples falencias y poco se hace cargo de la educación, de la infraestructura, y eso también  es  fracaso.

El intercambio familia-escuela favorece la escolaridad de los chicos que se sienten apoyados y acompañados, para educarse exitosamente.

Eduardo Martinengo – Maestro de Modalidad Especial

Una urgencia de nuestro tiempo es bregar por una educación que incluya a todos, una educación formal que asuma principios de equidad. Si bien no está en nuestras manos la responsabilidad última para lograrlo, es mucho lo que podemos hacer en el día a día, en nuestros centros educativos.

Me pregunto ¿cuán dispuestos estamos a asumir la responsabilidad de romper con la dicotomía de un discurso de escuela inclusiva, y prácticas excluyentes?

Patricia Bergese – Lic. En Psicología

Deberíamos reconsiderar el alcance del término fracaso, cuando se lo utiliza para señalar que un alumno enfrenta por ejemplo la repitencia de un año escolar, para lograr aprehender los objetivos propuestos.

Si de éxito se trata, hablamos de logro de objetivos, adecuación de reformas y políticas educativas, padres involucrados en el proceso de enseñanza aprendizaje, escuela inclusiva, etc.

Pero si de lo que hablamos es de fracaso, se puede asociar con deserción escolar, repitencia, poco rendimiento, ambientes de pobreza, etc.  

La familia y la escuela han sufrido grandes transformaciones y debemos pensar en qué medida estos cambios se hacen presentes en la nueva generación de alumnos. Es necesario revalorizar la función y el rol docente, como parte de un proceso de transformación que abarca al resto de los actores del sistema.