Fernando Bonino, profe de educación física: “Volvería a elegir esta profesión”
Lleva tres décadas de experiencia en la profesión. Es empleado municipal en Deportes y también preceptor en la “escuela de campo”, además de ser coordinador de vóley en El Tala. El chueco” compartió sus experiencias, desafíos y la dedicación a su trabajo
El Polideportivo municipal y el gimnasio se llenan de niños y adultos durante el verano, buscando aprovechar las oportunidades que brinda la Dirección de Deportes en busca de “contagiar” a la población con actividades para mantenerlos activos y saludables.
En este contexto, los profesores de educación física desempeñan un papel fundamental como encargados de planificar y desarrollar las actividades que se realizan en estas instituciones.
Fernando Bonino (55) es un histórico dentro del staff de “profes” que día a día trabajan para garantizar que las actividades sean seguras, divertidas y adecuadas para los participantes.
En una entrevista con El Periódico, el “Chueco” Bonino, apodo por el cual llaman al "profe", compartió su historia de dedicación y amor por la profesión, a la que dijo, volvería a elegir sin dudarlo.
Con más de tres décadas de experiencia, Bonino inició su carrera en la escuelita de verano de La Bancaria, allá por los años ’90. “Soy un agradecido al profesor Roberto Riboira porque me dio lugar como ayudante en la parte de educación física con las maestras jardineras de la escuelita de verano”, recuerda.
Unos meses después, regresaría ya egresado del IPEF Córdoba como profesor de educación física. “Me incliné por la carrera porque siempre me gustó el deporte, cualquier tipo de deporte, aunque me dediqué más al vóley que a otra actividad, más allá que en el verano siempre estuve abocado a la escuela de natación o al gimnasio municipal”, cuenta Bonino.
Pese a contar con propuestas laborales en Córdoba capital, Fernando decidió regresar a San Francisco para trabajar en el jardín de infantes de La Bancaria y en el proyecto de dos compañeras, Fernanda Grimaldi y Patricia Bellis, que iniciaban por aquellos años con Acquabella.
- Con 30 años de profesión, ¿cómo es mantener la pasión por tu trabajo?
- Se mantiene porque he estudiado algo que me gusta y puedo vivir de esto, hago lo que me gusta: educar, enseñar, estar presente con los chicos y ver su desarrollo a lo largo del tiempo. Hay chicos que a lo mejor los tuve cuando tenían 5 años y los cruzás en la actualidad siendo profesionales y se acuerdan de uno, eso es gratificante.
En la actualidad, Fernando se desempeña como parte del staff de profesores de la Dirección de Deportes -lleva 25 años como empleado estatal-, en el Gimnasio municipal y con el plan de natación en el Polideportivo. A su vez, es preceptor de la “escuela de campo” Ipea Nº 222 Américo Almes Milani.
- Con el Plan Municipal de Verano les toca darle la oportunidad a muchos chicos que tal vez nunca pudieron ir a una pileta o una escuela de verano: ¿cómo lo viven ustedes?
- Cuando trabajé en escuelas de verano en distintos clubes las posibilidades de los chicos eran distintas, porque esos niños ya venían conocimientos o hasta algunos tenían pileta. En las piletas municipales a lo mejor es la única oportunidad que tienen muchos chicos para aprender a defenderse en el agua, entonces lo aprovechan al máximo. Para mí, como para todo el grupo de profes, es una satisfacción dar esa posibilidad de que los chicos con menos recursos puedan aprovechar las tres piletas durante todo el verano.
A futuro
Fernando siempre fue un apasionado del vóley y se capacitó como entrenador nacional. Reconoce que tuvo la fortuna de dirigir a San Isidro en Liga Nacional en el período 2007-2008, lo que “fue una gran experiencia”, asegura.
Aunque estuvo alejado durante un tiempo de las canchas, ahora se encuentra abocado en un nuevo proyecto con el club El Tala como coordinador deportivo. “El haber dirigido Liga Nacional en vóley pienso que fue mi techo, en ese tiempo enfrentamos a Boca, River, Banco Nación, ahora estoy en otra etapa como coordinador, para seguir colaborando y aportando mi experiencia”, analiza.
- ¿Cuál es tu visión del vóley en San Francisco?
- Nuestra ciudad siempre fue muy importante en la generación de jugadoras, ser un semillero para selecciones provinciales y nacionales. Es una zona en donde el único problema que tenemos en vóley es la altura, somos muy bajos en esta zona, pero en materia de entrenamiento, coordinación, técnica y actitud, nuestro deporte es muy importante y competitivo.
- ¿Volverías a elegir la educación física como profesión?
- Me encanta mi profesión, y si bien cuando uno arranca es difícil insertarse, tenés que hacer un poco de todo hasta que te definís. Pero siempre agradezco en los lugares donde tuve la posibilidad de ejercer mi profesión y sí, la volvería a elegir sin dudar.
El profe correcto
Consultado sobre cómo mantiene la buena onda que caracteriza a los profesores de educación física, Fernando confiesa: “No sé si me caracterizo por tener muy buena onda -ríe-. No es que soy mala onda, trato de mantener una conducta dentro de un reglamento que hay en cualquier institución y tratar de mantener una línea: que es respetando al otro y que ellos me respeten a mí. Le pongo onda a mi manera, digamos. Sí me levanto con ganas para trabajar y eso me sirve para todo el día”.