Pese a que en varias oportunidades el secretario del Concejo Deliberante les pidió que se retiren por cuestiones de protocolo por el Covid-19, las tres mujeres representantes de la delegación 4 del Colegio de Farmacéuticos de San Francisco, no se movieron del lugar. Estaban decididas a que los ediles le dieran debate a sus pedidos, entre ellos: la venta ilegal de medicamentos en kioscos, despensas y almacenes de la ciudad.  

Nora Gagliano, presidenta de la entidad local, fue una de las mujeres que se negó a retirarse hasta que los concejales trataran sus pedidos que considera esenciales para el ejercicio de su profesión: “El cumplimiento de la Ordenanza n° 6787, promulgada en noviembre de 2016 que reglamenta la venta de medicamentos solo en farmacias. Su venta, despacho o entrega fuera de las farmacias habilitadas se considera ejercicio ilegal de farmacia, conforme establece el artículo 3 de la Ley Provincial 8302 y del artículo 204 a 208 del Código Penal”.

Otro de los reclamos fue “considerar la disminución de la alícuota municipal, debido a que el medicamento es un bien social y no se debería tributar por su expendio, además el ticket que nosotros tributamos, no corresponde al importe que abona la obra social”, según un escrito presentado previamente.

Desde antibióticos hasta Viagra

En diálogo con El Periódico, Gagliano expresó su preocupación por la cada vez más variada venta de medicamentos en dichos comercios. “Nos está llamando la atención que hay lugares que están vendiendo antibióticos, que eso ya es preocupante como la amoxicilina, antiflamatorios, hasta de sildenafil-más conocida por una de sus firmas comerciales el Viagra- y cada vez más. El tema es saber quién se los están vendiendo, porque para que una farmacia pueda vender medicamentos se necesitan un importante número de requisitos que un kiosco ni almacén cumplen”, sostuvo.

En presencia de las farmacéuticas, el oficialismo contestó que se están realizando controles a kioscos y despensas y que no se detectaron irregularidades. “Nos consta que no lo está haciendo-contestó Gagliano-. Pediremos una reunión con los concejales que integran la comisión de Salud para saber qué quioscos se están controlando y qué criterio utilizan. Nos interesa la salud de la población, en un kiosco te dan una pastilla cortada que no consta fecha de elaboración ni vencimiento, entre tantas cosas”.

En este sentido ejemplificó: “Hay kioscos que venden el Migral, que entre sus compuestos tiene ergotamina, que mal utilizado provoca un efecto rebote que hace que la persona quiera tomar mayor cantidad. Nos encontramos con kiosocos y almacenes que son una mini farmacia. Vamos a seguir insistiendo que se cumpla la ordenanza municipal, provincial y la ley nacional”.