Estados Unidos reabre hoy su Embajada en Cuba en un hecho histórico que supondrá el paso más importante dado hasta ahora en el contexto del deshielo de la relación entre ambos países, anunciado por los presidentes Raúl Castro y Barack Obama el 17 de diciembre del año pasado.

El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, encabeza una fugaz e histórica visita a La Habana: será el encargado de izar la bandera de barras y estrellas en la embajada de Estados Unidos en Cuba, reabierta el pasado 20 de julio después de 54 años.

Kerry sabe que hará historia: hace 70 años que un secretario de Estado no pisa suelo cubano. Será una visita relámpago: unas 10 horas, pero cargadas de simbolismo. Acompañado por una reducida comitiva de 20 funcionarios, no pasará la noche allí, sino que al atardecer estará de regreso en Washington D.C.

La ceremonia en La Habana, similar a la que el 20 de julio pasado sirvió para reinstalar la representación cubana en Washington, será encabezada por el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, quien también ofrecerá una conferencia de prensa junto al canciller anfitrión, Bruno Rodríguez, y luego ofrecerá una recepción a la que fueron invitados opositores al gobierno de la isla.

Estados Unidos anunció anteayer que el jefe de su diplomacia recibirá a los dirigentes de la llamada “disidencia” cubana y también que los derechos humanos en Cuba serán uno de los ejes del discurso de Kerry.

Mientras, el gobierno cubano y organizaciones afines, como la Unión de Juventudes Comunistas (UJC), tuvieron en vísperas de la ceremonia su atención centrada en el 89° cumpleaños del líder de la revolución, Fidel Castro, que comenzaron a conmemorar desde la noche del miércoles con un festival musical en el Malecón, la célebre costanera de la capital.

El deshielo diplomático no necesariamente implica el florecer de lazos de amistad. No al menos para todos los cubanos ni todos los estadounidenses.

El propio Fidel Castro publicó ayer una nota titulada “La realidad y los sueños”, en la que afirma que “Cuba no dejará nunca de luchar por la paz y el bienestar de todos los seres humanos, con independencia del color de la piel y el país de origen de cada habitante del planeta”. Sin mencionar el descongelamiento de la relación con Washington anunciado por su hermano Raúl, Fidel sostuvo que tras la Segunda Guerra Mundial y las bombas atómicas sobre Japón, Estados Unidos pasó a ser el país “de mayor riqueza y mejor armado de la Tierra, frente a un mundo destrozado, repleto de muertos, heridos y hambrientos”.