Era albañil y pintor, ahora sueña con tocar su música en las discos del mundo
Se trata de Octavio Dos Santos, un DJ local con una historia de superación y pasión. A sus 28 años, organiza eventos y toca en boliches mientras anhela con llevar sus mezclas y estilo único a escenarios internacionales.
Octavio Dos Santos (28) encontró en la música electrónica un camino para transformar su vida. Antes de dedicarse de lleno a su carrera como DJ, trabajaba junto a su padre y hermanos como albañil y pintor. Ahora sueña con recorrer el país y el mundo de la mano de su música.
“Trabajaba con mi papá y mis hermanos en la construcción y pintura. Así arranqué, ese trabajo familiar me ayudó a sobrellevar los gastos para comprarme los equipos y empezar mi sueño de ser DJ”, recuerda.
Su encuentro con la escena electrónica ocurrió casi por casualidad en 2018, cuando asistió a una fiesta en la ciudad santafesina Sunchales: “Me gustó lo que era ese mundo, la gente, el ambiente, el rol que tenía el DJ, la cabina, los equipos. Y me dije ‘quiero ser DJ’. Así arrancó mi sueño”, cuenta.
Desde entonces, Dos Santos ha dedicado su vida a perfeccionarse, invirtiendo tiempo y esfuerzo en aprender técnicas y estudiar el arte de mezclar sonidos. Mientras esto ocurría seguía trabajando junto a su padre y hermanos en el rubro de la construcción.
En este, sentido, el joven destaca el apoyo incondicional que recibió de su familia, con quienes siempre ha contado al momento de seguir sus sueños: “Mi familia me ayudó y me apoyó un montón, tanto de parte de mis padres como de mis hermanos, ellos siempre me están alentando. Fueron un pilar fundamental para seguir este camino”.
Perfeccionamiento constante
Octavio realizó sus primeros pasos asistiendo a cursos que se brindaban en San Francisco y dirigidos por los DJs “Gonza” Fernández y Lautaro Mina-hoy ambos en el extranjero-, y continúa en la actualidad vinculado al ciclo municipal Música en evolución.
El joven insiste en lo fundamental del perfeccionamiento continuo, el estudio y tocar en los más variados espacios, abierto a todo tipo de música y experiencias.
Hoy, Octavio no solo toca en bares y boliches de San Francisco y la región, sino que también organiza eventos a través de su productora House Music Producciones. Según cuenta, su estilo se centra en géneros como el house, deep house y minimal house, buscando siempre un sonido armónico. “Mi primera fecha fue en Runa Disco y desde entonces las puertas se me fueron abriendo gracias a la música. Tuve presentaciones en otras discos, en bares, fiestas privadas. Estoy muy contento con todo el camino hecho”, comenta.
Además de su música, Octavio se destaca por su particular uso de la moda y su cuidado de la imagen, lo que despierta más de algunas miradas cuando camina por la siempre “correcta” San Francisco. “Siempre me gustó la moda, el diseño, la estética. La imagen ayuda mucho, y trato de que mi look sea único y llamativo. No me encierro en la moda tradicional de un hombre; mi estilo es bastante amplio-dice con una sonrisa-. Al vestuario lo pienso, lo armo y lo uso. La gente en la ciudad a veces te mira un poco y sigue su camino, pero me gusta ser distinto”.
-¿Cómo ves el crecimiento de la música electrónica en San Francisco?
- Cuando yo arranqué la escena electrónica era muy íntima en la ciudad. Pero fue creciendo mucho, fue evolucionando gracias a lo que proponían muchos DJs y eso estuvo bueno. También se dio un acompañamiento del municipio y eso es súper positivo, ahora las fiestas son multitudinarias, te diría, aparecen DJs nuevos, música nueva y eso me pone muy contento.
-Muchas veces se asocia a la música electrónica con las drogas, ¿qué opinás?
-Eso viene de hace tiempo, pero la escena electrónica tiene muchos aspectos, hay fiestas multitudinarias, fiestas pequeñas, no se basa solo en música, drogas y descontrol. Creo que lamentablemente la droga está en todos los ambientes, pero depende de uno también cómo se maneje y qué elige para su vida. En mi caso este es mi laburo y no pienso arruinarlo.
Aunque su presente está lleno de satisfacciones y reconoce que debe seguir creciendo en su profesión, Octavio ya tiene la mirada puesta en el futuro: “Mis deseos son viajar por el mundo a través de la música, profesionalizarme como productor y que mi música se haga conocida. Estoy disfrutando bastante porque estoy viajando por el país, pero el sueño es salir al mundo. Vamos paso a paso”, cierra.