Resulta una ironía entrar al predio del Hospital Iturraspe y observar que mientras se levanta lo que será a futuro la nueva guardia, por otro lado el viejo edificio sufre el paso del tiempo: baños que no se arreglan, pasillos deteriorados y habitaciones en donde se filtra el agua cada vez que llueve. 

Pero no sólo lo edilicio preocupa a sus médicos. El miércoles, los jefes de servicios del hospital dieron a conocer una serie de problemas mediante un comunicado de prensa, destacándose entre ellos la falta de anestesistas.

“La falta de anestesistas perjudica de manera directa e indirecta a servicios como cirugía, traumatología, ginecoobstetricia y guardia central”, manifestó Rodolfo Buffa, jefe de Terapia Intensiva.

Los médicos indicaron que sólo se atienden las cirugías “urgentes” y que quedaron suspendidas las de menor gravedad que estaban previstas para los meses de noviembre y diciembre.

Según Jorge Suárez, a cargo del servicio de Cirugía del hospital, “en la actualidad existe mucha patología de urgencia”, en referencia a heridos de arma blanca y de fuego, cesáreas y traumatismos por accidentes.

Si bien son cinco los anestesistas del Iturraspe, dos se encuentran con carpeta médica y uno es oriundo de la zona, por lo que el servicio queda relegado a dos que deben cubrir sus días de guardia y los fines de semana. Encima estamos en épocas de fiestas. Además, éstos tienen compromisos en sus clínicas privadas, por lo que la situación es bastante crítica.

La falta de atención lleva a la agresión

Datos provistos a El Periódico indican que alrededor de 400 personas asisten diariamente en requerimiento de atención ambulatoria y otro importante número utiliza la guardia hospitalaria que durante las 24 horas atiende urgencias y emergencias.

Entonces al no haber anestesistas o faltar otros profesionales no se pueden resolver rápidamente los casos, lo que puede generar disconformidad en la gente y hasta recriminaciones. 

Los médicos se mostraron preocupados ante este escenario, todavía más debido a que la guardia de seguridad es insuficiente. “Existen serios problemas de seguridad y violencia entre los pacientes, y entre equipos de salud y pacientes”, resaltó Buffa.

Los facultativos decidieron llevar los reclamos a Defensoría del Pueblo y al Ministerio de Salud provincial.