Tras las elecciones desarrolladas el domingo, se acabaron las especulaciones en la política local. Que quién va a quedar primero, que cuál segundo, que si habrá o no sorpresa y muchas otras proyecciones que durante los últimos meses le buscaron la punta al ovillo en el ambiente político de la ciudad, un microclima aparte que la gran mayoría de vecinos no parece muy interesada en visitar. Razones no le faltan.

Con el resultado puesto, se pueden hacer muchas conjeturas también. Las urnas hablan, pero las lecturas pueden ser varias. ¿Quiénes ganaron y quiénes perdieron en esta elección? ¿quién sumó y quién restó apoyos? ¿qué pasó con los votos en blanco?

Salta a la vista que el intendente Ignacio García Aresca y el espacio de Hacemos por Córdoba fueron los principales triunfadores en la elección municipal con un respaldo muy superior al resto: 17.540 votos (45,55%) contra los 7.371 sufragios (19,14%) del segundo, Luciano Stoppani, por Córdoba Cambia. Esto es, una diferencia de más del doble de votos. En este punto, la victoria del peronismo es muy clara, y sería mayor si se tomaran en cuenta los votos del kirchnerismo en Córdoba Ciudadana, que da un total de 20.326.

Aun agrupando a las listas que conformaban Cambiemos hasta hace dos meses seguirían lejos del peronismo: entre las dos lograron 10.524 votos, contando los 3.153 que cosechó el radicalismo con Cristian Canalis a la cabeza.

Otro dato relevante que dejó la jornada electoral es que el Pro salió vencedor en la disputa aparte con el radicalismo, con más del doble de votos.

En Cambiemos, ¿sumaron o restaron?

También comparando los resultados con los de elecciones pasadas se pueden sacar varios datos relevantes. En ese punto de vista, ¿qué pasa con la UCR y el Pro? 

Si se los toma en conjunto en comparación con la elección municipal de 2015, que los encontraba unidos, tendrían más votos. Ese año, Juntos por Córdoba cosechó 8.409 sufragios y en 2019 si se suman las dos listas que ahora fueron separadas obtendrían 2.115 votos más. Lejos del peronismo, pero más votos al fin.

Y de dos concejales en 2015, pasaron a tener cuatro: los tres de Córdoba Cambia y uno de la UCR. Bajo esa mirada de los números, fue una buena elección en conjunto.

¿Por qué entonces ninguno de sus candidatos festejó? Por lo ya señalado: quedaron muy atrás del intendente Aresca. Pero quizás la explicación haya que buscarla en las elecciones legislativas del 2017. La lista de diputados encabezada entonces por Héctor Baldassi, de bajo perfil en esta elección provincial a pesar de que era candidato a vicegobernador, sumó 16.311 adhesiones en San Francisco. En comparación con la elección municipal de 2019, ahí es donde se ve una fuerte pérdida de votos para lo que fue Cambiemos hasta hace unos días: casi seis mil votos menos en la ciudad que en el 2017. Y comparando con votos a gobernador, algo más de cinco mil votantes menos.

Si se las compara con las presidenciales del 2015 en primera vuelta, en 2019 fueron casi nueve mil votos menos para Cambiemos en San Francisco. 

De todos modos, es sabido que los ciudadanos no votan igual ni al mismo partido para todos los cargos. Pero sí son indicadores a tener en cuenta.

Esta baja en los números de Cambiemos también tuvo su reflejo en los objetivos y expectativas. En 2017, Luciano Stoppani hablaba de una "ola amarilla, roja y blanca" y vaticinaba un triunfo tanto en Córdoba como en San Francisco para las elecciones del pasado domingo. "En el 2019 estoy seguro que vamos a lograr una victoria en nuestra provincia y en nuestra ciudad", había señalado al celebrar en 2017. 

Si bien ingresó al Concejo Deliberante junto a dos concejales de su lista (María Cecilia Roffé y Angelo Cornaglia), que no es poco, la realidad es que ese objetivo trazado en 2017 quedó muy lejos tanto en la ciudad como en la provincia. 

Bajo estas comparaciones, fue una mala elección para el Pro local.

Hacemos por Córdoba y los votos de Bernarte

También comparando los resultados con los de elecciones pasadas, hay distintas lecturas para la elección de Hacemos por Córdoba. Si se tienen en cuenta los votos que en las elecciones municipales de 2015 obtuvieron Unión por Córdoba y Córdoba Podemos, que fueron por separado, los votos en conjunto de Aresca-Bernarte-Romero el domingo fueron menores: en 2015 habían obtenido 23.367 contra los 20.326 de 2019 entre los tres, ahora con Aresca y Bernarte unidos. Hay que aclarar que en 2015 Romero no fue candidato pero sí integraba Córdoba Podemos junto a Bernarte. Desde ese punto de vista matemático, dejando de lado los contextos, agruparon tres mil votos menos.

En cambio, Unión por Córdoba ahora ampliada en Hacemos por Córdoba sí suma un caudal de votos grande: pasa de 13.296 a 17.540, más de cuatro mil votos que, en parte, se explicarían por la unión con Bernarte, ya que es imposible saber con precisión cuántos votos mantuvo el todavía referente de Mejor San Francisco y cuántos perdió.

¿Y qué pasa si se compara con la última elección legislativa de 2017? Si bien se trata de cargos distintos, Unión por Córdoba cosechó 19.704 votos en San Francisco en aquel entonces en el medio de una derrota provincial, con Martín Llaryora como cabeza de lista al Congreso. Ahora, obtuvo dos mil votos menos (17.540) si se compara con las últimas municipales bajo el sello de Hacemos por Córdoba y los mismos si se toman en cuenta los votos para Schiaretti (19.742) del domingo.

Para la UCR, una derrota

Para el radicalismo fue una caída dura en toda la provincia. La ruptura de Cambiemos no favoreció a Ramón Mestre a nivel provincial y a nivel local los 3.153 votos de Canalis estuvieron por debajo de los esperados en el partido centenario, que en realidad tenía una contienda aparte con sus ex socios en Cambiemos. En esa disputa, con menos de la mitad de los votos que el rival, cosechó un concejal contra tres de sus anteriores aliados.

Romero y un paso importante

El candidato de Córdoba Ciudadana también tuvo motivos para celebrar y así lo hizo. Apostó por encabezar una lista propia que represente al espacio del kirchnerismo y logró 2.786 votos (7,23%), lo que le alcanza para su objetivo de ingresar al Concejo Deliberante. Desde ese punto de vista fue otro de los ganadores de la elección.

En comparación con las legislativas de 2017, el espacio obtuvo apenas 69 votos menos, por lo que prácticamente mantuvo los apoyos desde entonces.

Los votos en blanco

En 2015, fueron la cuarta fuerza más votada por el electorado en la ciudad: nada menos que 4.376 votos. En 2019 subieron un puesto y se posicionaron en el tercer lugar. Sin embargo, las posiciones son engañosas porque en realidad hubo menos votos en blanco este año: 4.120. La suba al tercer puesto se explica entonces porque aunque hubo menos igualmente fueron más que los del candidato Cristian Canalis, de la UCR. 

La izquierda se mantuvo

Por el lado de la izquierda, el MST (Lorena Menesterollo) sumó 196 votos en comparación a la elección municipal de 2015: 745 contra 549. 

En cambio, el Frente de Izquierda (Marcelo Gaitán) pasó de 668 a 516, es decir, 152 sufragios menos.

Si se los toma en conjunto, mantienen prácticamente la misma cantidad de votos: 1217 en 2015 contra 1261 en la elección de 2019, apenas 44 votos más. El objetivo de alcanzar una banca en el Concejo Deliberante quedó bastante lejos.

Los "nuevos"

Encuentro Vecinal y Unión Ciudadana (Partido Libertario), dos fuerzas que no habían competido en la elección pasada, sumaron en conjunto casi el 6 por ciento de los votos. Emiliano Oyola obtuvo 1.422 apoyos (3,69%), mientras que Germán Cassinerio 856 (2,22%).