Un “oasis” podríamos definir al espacio verde ubicado en la calle French y Berutti al 2100, al costado de las vías del Ferrocarril Belgrano. Álamos, palos borrachos, sauces y un conjunto de plantas y flores transformaron a esta pequeña parcela de tierra en un entorno natural muy colorido.

Hace nueve años, Avelino Sufía cambió al baldío lleno de basura situado casi al frente de su casa en un espacio para que sus vecinos puedan disfrutar de la naturaleza y de la vida al aire libre. “Lo primero que planté fue una hilera de álamos”, recordó Tofo, como todos los reconocen en la ciudad. “Me había cansado de ver cómo tiraban basura en ese lugar y que nadie haga algo para limpiarlo. La gente dejaba bolsas con residuos, ramas, yuyos o animales muertos y eso se había transformado en un mini basural”, asegura.

Como un paisajista, este vecino de Barrio San Martín -que durante muchos años fue profesor de Lengua y Latín en varias instituciones educativas de la ciudad- comenzó a cambiarle la imagen al lugar. “Al principio empecé colocando los árboles y luego seguí con los canteros y cazuelas llenándolos de diferentes plantas y flores”, precisa.

Al recorrer el lugar se observa que está cuidado cada detalle y con mucha dedicación se utilizaron diferentes especies combinando los colores y alturas para darle un marco estético y natural. Tofo reconoce que tiene los conocimientos básicos de jardinería, pero son suficientes para diseñar y cuidar el espacio. 

Terapéutico

Para Tofo el cuidado y mantención de este espacio verde es terapéutico en varios sentidos. “Como tengo que llevar los baldes de mi casa hasta el baldío me hace estar en forma y no tengo que ir al gimnasio”, cuenta. “A veces la gente me dice para qué hago esto para todo el barrio y les contesto que para mí es placentero y hace que no tenga que ir a visitar a los psicólogos ni a los psiquiatras. Yo voy allá y me olvido de todos los problemas. Me pongo a trabajar con las plantas y la tierra y mi mente totalmente se despeja”, dice entre risas.

Este espacio es también disfrutado por los vecinos del barrio. “Los fines de semana viene mucha gente a tomar mates. También es común ver a grupo de adolescentes o parejitas de novios que se sientan en la sombra de los árboles”, señala.

Avelino indicó que le gustaría que otras personas se sumen para que existan muchos más “pulmones verdes” en la ciudad. “El ser humano para bien o para mal siempre imita al otro. Sería muy bueno que otros hagan lo mismo en diferentes barrios para mejorar el lugar donde vivimos”, finalizó.