A la hora de viajar cada quien elige cómo y con quién. Matías Trotti, un joven sanfrancisqueño, cuenta los desafíos de hacerlo en motocicleta para visitar diferentes destinos con fines turísticos.

“Se disfrutan mucho los viajes con amigos, con mi moto sólo puedo hacer viajes cortos, sin embargo ya le hice varios. Tengo una Honda 110 cc, el primero fue a un motoencuentro en Rafaela al que fuimos con un amigo”, señaló.

Matías asegura que el viaje se disfruta mucho en verano o cuando el tiempo acompaña. “A mí me gusta viajar de noche. Es hermoso, muy difícil describirlo”, indicó.

“El plan a futuro es llegar a una moto de mayor cilindrada para realizar más viajes con fines turísticos. Además, tuvimos un viaje frustrado a Mina Clavero y esa es la cuota pendiente”, dijo Matías.

Matías Trotti

Los recaudos

“Tenés que tener casco, espejos, tener todo el regla y en el viaje ir todos juntos a velocidad moderada.  La moto tiene que tener el mantenimiento general, el service al día, las cubiertas en buen estado, cadena estirada y engrasada, frenos en condiciones y luces; es un conjunto de cosas que te lleva tiempo tenerlas en orden por eso hay que organizarse antes porque siempre te puede surgir algo”, aseguró.

“En febrero vamos a viajar a las sierras, no sabemos con qué destino pero está planificado por eso en estos días empezamos con los cuidados de la moto para organizar todo”, comentó.

Matías señaló que hay que preparar todo casi un mes antes por la cuestión económica.  “Si se te rompe algo antes de salir te frustra todo, hay que hacerlo antes para que pase nada a último momento”, expuso.

El frío de las Altas Cumbres, una anécdota inolvidable

En 2016 Matías y un grupo de amigos viajaron al Rally Mundial que se realiza todos los años en las sierras de Córdoba. “Fuimos en moto y volviendo de Mina Clavero nos agarró la nieve, fue muy lindo en ese momento pero no se va a volver a repetir por el peligro, se te congelan las palancas de frenos, si no estás bien equipado con prendas térmicas sufrís mucho el frío y es peligroso”, comentó.

“Faltando 10 km para llegar al parador ´El Cóndor´ tuvimos que parar porque teníamos mucho frío, fue una experiencia inigualable”, relató.