Tras la devaluación del peso ocurrida hace tres semanas atrás, se mantiene la incertidumbre en lo que respecta a los precios de los artículos de diferentes rubros. Los comerciantes, en su mayoría, apelan a incrementos y según el producto deciden el porcentaje de aumento. En los súper ya no hay tantas ofertas y, en cambio, los almacenes y despensas de barrio buscan atraer clientes con algunas promociones.

Lo cierto es que ante tanta fluctuación de precios en muchos casos no existen diferencias entre comprar en un supermercado o hacerlo en una proveeduría de barrio. Al menos en estos días.

“Desde hace dos semanas no aparece el de los lácteos”, le confía a El Periódico la propietaria de una proveeduría ubicada sobre calle Libertad.  La mujer explica que no tiene sachet para ofrecer al público y que sólo le quedan algunas cajas de leche larga vida.

La comerciante sostiene que sus proveedores llegan con aumentos que van del 8 y el 10 al 20 por ciento. “Todos los días retocamos algunos artículos”, subraya. Luego manifiesta que el aceite lo compra a 11 pesos y que lo debe vender a 15.

En una despensa ubicada en calle López y Planes sostienen que las subas rozan el 30 por ciento: “La situación no se normalizó”, indica su propietario, quien también admitió inconvenientes con las marcas de lácteos: “Ya no tenemos el descuento del 30 por ciento por comprar en cantidad”.

La mayor preocupación

El presidente del Centro Unión Comerciantes Minoristas, Ricardo Colla, afirmó en declaraciones a los medios que los proveedores remarcaron los productos pero que la mayor preocupación de los comerciantes minoristas es la falta de ventas, y señaló una baja promedio del 35 por ciento en el último tiempo.

Colla indicó que a diferencia de otros rubros que decidieron no vender hasta que haya reglas claras, “los minoristas no podemos parar porque no existe mucho margen de ganancia y eso no permite contar con recursos para una prolongada inactividad”.

Menos ofertas

En una recorrida realizada por este medio se corroboró que algunos supermercados suspendieron la publicación de ofertas y en otros faltan primeras marcas. En algunos productos los aumentos oscilan entre el 20 y 30 por ciento. Por ejemplo, algunos súper restringieron productos como el aceite, por caso.

Camine señora, camine

El Periódico recorrió almacenes de barrio y supermercados y relevó algunos productos de la canasta alimentaria. La diferencia no es muy grande.

Harina de primera marca común en súper: 9,80 pesos

Harina de primera marca en proveedurías: entre 9,50 y 13 pesos

Arroz primera marca en súper: 15 pesos el medio kilo

Arroz primera marca en proveedurías: entre 9 y 14 pesos

Azúcar primera marca súper: 8,80 pesos el kilo

Azúcar primera marca en proveedurías: entre 8 y 9 pesos

Yerba primera marca súper: desde 20 pesos el medio kilo

Yerba primera marca en proveedurías: desde 20 pesos

Huevos en súper: 6 pesos

Huevos en proveedurías: entre 6 y 7 pesos la media docena

Leche en súper: sachet 7,50 pesos

Leche en proveedurías: sachet de 8 pesos en adelante