El 2022 cierra con algunos hechos de violencia urbana que no son novedad, aunque sí generan preocupación entre las autoridades policiales, judiciales y municipales; además del padecimiento de las víctimas y sus familiares.

En diciembre, por caso, se vivieron hechos gravísimos: desde personas golpeadas salvajemente hasta ataques a la propiedad privada o bienes materiales.

A Lautaro Godoy, por ejemplo, lo abordaron delincuentes el último lunes por la madrugada en el barrio Eva Perón de Frontera. Le hicieron perder el control de su moto, hecho por el que sufrió varias lesiones en su rostro como fractura de pómulo y nariz, entre las más graves.

El joven de 22 años -se desempeña como futbolista en el Club La Milka- volvía hacia San Francisco, donde reside, luego de llevar a su casa a un amigo tras los festejos por el campeonato obtenido por la Selección Argentina.

"Había ido a llevar a un amigo que vive en barrio Eva Perón y a la vuelta por calle 112 lo estaban esperando los que roban motos", contó su padre, Fernando Godoy a El Periódico.

Los delincuentes intentaron frenarlo para asaltarlo, sin embargo Godoy los esquivó, perdió el control de la moto y cayó a la calle. "Sufrió fractura de pómulo, nariz y van a tener que reconstruir todo. Necesita seis placas de titanio en el rostro. Tiene 40 puntos en la cara", relató el padre, quien cuestionó que la Policía de Frontera conoce el accionar de estos delincuentes pero no actúa.

Lautaro Godoy.
Lautaro Godoy.

"Como pudo se levantó y salió corriendo con la moto pidiendo ayuda. Lo vieron unos pibes casi llegando al Interprovincial y lo acompañaron a su casa", manifestó.

Lautaro se encuentra lúcido y consciente, pese a las lesiones. Está internado en el área de clínica quirúrgica del Hospital Iturraspe de San Francisco.

"Tiene quebrado el pómulo, la nariz del lado derecho está totalmente triturada, y en la mandíbula le tienen que poner una prótesis. Esto tiene que ser en el lapso de diez días, hay que esperar que se recupere, que cicatricen los puntos y que se desinflame la zona para poder hacer el tratamiento", agregó Godoy.

Daños en propiedades y vehículos

A mediados de diciembre, otros graves hechos marcaron un mes donde la violencia urbana se expresó de distintas formas.

Un grupo de adolescentes cometieron un verdadero raid delictivo atacando casas y vehículos con botellazos. Las denuncias de vecinos afectados se dieron en diferentes barrios, entre ellos: Dos Hermanos, Ciudad, Independencia y 20 de Junio.

Todos los casos fueron graves, pero la situación que se registró con Gerardo Remi fue al menos particular. El vecino de barrio Independencia sufrió la rotura del parabrisas de su camioneta y daños en el capot. Con el correr de las horas, se anotició que algunos de los menores detenidos horas más tarde por esta serie de destrozos eran estudiantes del Ipet 50, donde casualmente brinda clases.

"Me enteré que varios pibes de los que están involucrados son alumnos nuestros del Ipet 50. Todo muy loco y para colmo al empezar hablar con gente te enterás que no fue algo imprevisto, sino que fue premeditado de casi una semana", manifestó en diálogo con este medio.

Julio, otro mes de mucha agresión

Una joven de 18 años debió ser intervenida quirúrgicamente en el pasado mes de julio al recibir un disparo en una pierna, en Gerónimo del Barco e Hipólito Yrigoyen. Un hombre identificado como Franco Nicolás Peralta (27) fue detenido al estar sospechado de ser quien baleó a la mujer y su grupo de amigos en plena calle, aparentemente en un intento de robo.

También en ese mes, cinco jóvenes atacaron a otro de 23 años en Garibaldi y Cabrera. Por los golpes recibidos tuvo que ser hospitalizado luego de quedar inconsciente. Los agresores también resultaron detenidos.

En otro violento hecho ocurrido en Las Malvinas y Potosí, un adolescente de 16 años fue atacado a piedrazos por una patota y sufrió lesiones complejas en su cabeza.

Pero no todo ocurrió en horas de la noche. También durante el día se dieron episodios preocupantes. Por ejemplo, en la Liga Amateur de Fútbol sobre fines de mayo un jugador agredió a un árbitro y una semana después, ya en junio, se produjeron serios incidentes fuera de la cancha de La Milka entre dos hinchadas, lo que obligó a suspender algunas semanas la competencia. Luego, con el correr de los meses, se dieron otros episodios.

Desde el Hospital Iturraspe indicaron a El Periódico que de viernes a domingos las guardias “son pesadas” ante la cantidad de heridos y lesionados en ataques y accidentes.

Violencia urbana: alertan por la gravedad de los casos en San Francisco