Tras detectarse a inicios de la semana el primer caso de coronavirus en el Servicio Penitenciario Nº 7, este viernes se informó que otro preso contrajo el virus. Además, se sumó un enfermero que trabaja en el penal.

La información fue confirmada a El Periódico desde el Juzgado de Ejecución Penal, a cargo de la jueza María Teresa Garay.

Según se conoció, la persona que se desempeña como personal de salud se encuentra aislada en su domicilio. En el caso de los detenidos, uno de ellos se encuentra en el Hospital Iturraspe aislado, mientras que el restante sigue en la cárcel, aunque en una zona diferenciada del servicio médico.

Días atrás, este medio informaba que tras el primer caso detectado se hisopó y testeó a otros detenidos que compartían el mismo pabellón con la persona infectada. Lo que se trataba de dilucidar es cómo se habría contagiado esta persona.

Desde el Juzgado de Ejecución Penal llevaron tranquilidad a los familiares de los presos y el personal de seguridad, asegurando que no existiría ninguna situación de contagio masivo.

La cárcel de San Francisco tiene una población de más de 400 internos, entre procesados y condenados.

Carpa, sin función

Cabe recordar que en el marco de la pandemia, el Gobierno de Córdoba instaló carpas sanitarias en los distintos complejos carcelarios provinciales, entre ellos el de nuestra ciudad. Están destinadas a una eventual atención de pacientes positivos en estado leve o asintomáticos, con las medidas de bioseguridad y previsiones médicas (recursos humanos, infraestructura y equipamiento) indicadas por el COE.

Sin embargo, en el caso de la cárcel local no estaba funcionando. Por este motivo, según conoció El Periódico, la jueza Garay requirió al Ministerio de Justicia de Córdoba que se habilite la carpa sanitaria para la atención de este tipo de pacientes.