¿El futuro de la diócesis local está comprometido? A vistas de lo que sucede actualmente pareciera que sí. No solo por aquellos sacerdotes que decidieron dejar los hábitos –dos de ellos recientemente- sino porque en ese mismo lapso de tiempo ingresaron solo dos seminaristas que todavía no están listos para salir al llano.

Desde el Obispado reconocen la “falta de vocación” en la actualidad de parte de los más jóvenes, lo que genera un escenario incierto ya que la media de sacerdotes en la actualidad ronda entre los 45 y 55 años. Pese a ello, la diócesis local sigue conservando una buena relación entre la cantidad de habitantes y de curas si se la compara con otras de la provincia.

En los últimos seis años y por motivos personales, dejaron el ejercicio ministerial ocho sacerdotes, casi el 25 por ciento del clero de la diócesis.

Los que abandonaron

En las dos últimas semanas dos casos sacudieron a la comunidad católica de San Francisco. El primero fue el de Marcio Peironi, a fines de noviembre, quien ejercía en la parroquia Santa Rita (barrio Jardín) y abandonó su actividad como sacerdote porque será papá.

Una semana después, otra noticia volvió a sorprender a la Diócesis local y los creyentes de la ciudad: el padre Adrián Taranzano, quien se desempeñaba como vicario de la parroquia Cristo Rey, pidió licencia de manera temporal en el ejercicio del ministerio sacerdotal, aduciendo razones personales. Desde el Obispado informaron a El Periódico que este caso no tiene que ver con el celibato.

En 2012, el exdirector del Cottolengo Don Orione de San Francisco, el padre correntino Baldomero Britez, dejó los hábitos por amor al formar pareja con una mujer de nuestra ciudad, quien estaba estrechamente vinculada a esa parroquia. Según dijo en esa oportunidad “la historia de amor se fue dando a través de un proceso lento, no de golpe”.

Y unos años antes, en 2009, lo había hecho Víctor Hugo Casas, párroco de las localidades de Colonia Prosperidad, Saturnino María Laspiur y Las Varas, quien les anunció a sus fieles la decisión de abandonar los hábitos también por amor.

Estos fueron los casos más recientes y resonantes en nuestra diócesis. Como se observa, el celibato es una de las cuestiones con las que muchos jóvenes con vocación religiosa no están dispuestos a comprometerse. Y de hecho es una de las principales causas de deserción.