“Me voy criando junto a mis hijos”, resume Belén que con tan sólo 23 años es mamá de tres pequeñas. La joven destaca que sus nenas son las que le dan la fuerza de voluntad para levantarse y hacerle frente a la vida.

Tener un hijo es un hermoso desafío pero lo es más aún si llega en la adolescencia de la madre. Y así las historias de las mamás adolescentes que llegan por contención y ayuda a la Fundación Infantia.

Cada una de ellas vive el Día de la Madre de manera muy especial, no esperan grandes regalos ni festejos especiales, se conforman con la alegría de tener a sus hijos sanos y poder brindarles, con muchos esfuerzos, el pan de cada día.

Del miedo al coraje

Belén es mamá desde los 17 años de Celeste (5), Tiziana (4) y Milena (2). “Cuando recibí la noticia de mi embarazo primero tuve mucho miedo. A medida que van pasando los días y va creciendo la panza agarrás más coraje y desde entonces me sentí más acompañada hasta que llega el momento que nace. Siempre digo que me estoy criando con mis hijos porque soy muy joven”, confiesa.

Por su parte, Analía (19), es mamá desde los 16 y quedó embarazada mientras cursaba sus estudios secundarios. “Fue lindo para mí porque estoy sola en la vida, no tengo mamá ni papá y me siento acompañada con ella. Tuve miedo al principio, justamente porque estaba sola, no tenía a nadie que me enseñe y tuve que afrontar todo sola y aprender a ser mamá”, recuerda.

La mirada social

Las adolescentes sienten que deben cargar con una mirada despectiva de parte del resto de la sociedad ante su condición de madres precoces. Sin embargo, tienen bien claro que ante todo está el bienestar de sus pequeños.

“Siento que la gente nos mira con otra cara, imaginate que yo siempre ando con mis tres nenas para todos lados, pero a mí no me molesta, sé la clase de madre que soy con mis hijas y con eso me alcanza”, asegura Belén. Para ella el rol de madre es una lucha diaria, “se pelea día a día para que ellas estén bien, si no tendría las nenas tal vez seguiría durmiendo pero con las criaturas sé que me tengo que levantar para poder darles el pan del día”.

“A mí me sucede lo mismo –aporta Analía-. Mucha gente te dice ‘no vas a querer tener otro’. No es fácil la vida acá más con un hijo siendo joven”.

Pese a todo, las adolescentes saben que este Día de la Madre será día especial, en el que recordarán muchas cosas vividas, pero que sobre todo disfrutarán de lo poco que tienen con los que más quieren: sus nenas.

Acompañando la maternidad en la adolescencia

Fundación Infantia es una ONG de la nuestra ciudad que trabaja en la promoción de la salud de adolescentes embarazadas, madres y padres junto a sus niños durante los primeros años de vida y en la prevención del embarazo no planificado.

Rolando Aiassa, uno de sus integrantes, explica que las adolescentes llegan a la institución por talleres que se brindan en distintas escuelas secundarias o por la difusión boca en boca.

“Acompañamos la maternidad en la adolescencia; trabajamos con las chicas mediante talleres, estamos acompañados por psicólogos, nutricionistas y trabajadores sociales que las acompañan en la contención y también con elementos que ellas necesiten, como ropa, leche. Vamos construyendo juntos la maternidad”.

Según Rolando en Infantia “trabajamos fuertemente para que sean unas buenas madres y para que tengan unos vínculos saludables con sus hijos, porque sí los hay seguramente vamos a tener niños saludables”.

En la Fundación se realizan diversos talleres para ayudar a adolescentes embarazadas o jóvenes mamás. “Contamos con talleres de juegos, de pre parto, de arte y de costura.

Contacto

Dirección: Avellaneda 255. Tel: 03564 – 429250. Facebook: Fundacion Infantia San Francisco