“Hacer rendir la plata”, este parece ser el gran desafío de la mayoría de los hogares ante el incremento de los precios y con salarios que, por más que se intente, en una gran cantidad de casos no alcanzan. Para esto los encargados de las compras familiares hacen uso de todo tipo de estrategias a su alcance: comprar productos en diferentes comercios, caminar y comparar precios, reemplazar primeras marcas por segundas, hacer compras al por mayor y también privarse de ciertas salidas y entretenimientos.

En tiempo de aumentos, ahorrar se hace muy difícil. El Periódico salió a las calles a preguntar cómo hacen algunos vecinos para economizar.

“Buscamos precios”

Adrián (34) y su señora reconocen que salen a buscar los mejores precios. Dejaron de comprar pañales y leche en despensas para comenzar a hacerlo en supermercados y tiendas para bebés.

“Todo lo que se pueda ahorrar es plata que te queda para el mes. La realidad está dura pero creemos que va a mejorar, esperemos”, se esperanza Adrián.

El joven padre de familia cuenta que todo se trata de “buscar ofertas y recorrer, porque antes no comparábamos entre las marcas, y ahora sí”.

A la otra punta

Una vez al mes, María Victoria (29) cruza de punta a punta la ciudad para hacer una compra grande y duradera en El Chapulín del interprovincial.  “Me queda lejos pero me rinde más”, sostiene.

A su vez cuenta que meses atrás podía cenar afuera un fin de semana y salir luego. Hoy opta por una sola opción.

En el caso de Marcelo (46), cuando comenzaron los aumentos importantes decidió cambiar de supermercado y también dejó de usar el auto para realizar las compras. “Prefiero caminar y ahorrarme la nafta”, dice. Y agrega: “Comencé a comprar segundas marcas en todo lo que hace a limpieza y enlatados. En todo lo que sea ofertas, si hay y me conviene, lo llevo”.

“Cuando es caro no compro”

Dice Estefanía (32) que hace valer su decisión como consumidora. “Trato de no comprar por marcas, consumo lo que está en precio. Y si está caro el producto, busco el bien suplementario, por ejemplo si la carne es muy cara compro pollo”, explica.

En cambio Valeria (32), de barrio Roque Sáenz Peña, asegura que su familia dejó de consumir varios productos. “Por nuestros trabajos con mi marido a veces no tenemos tiempo de ir al supermercado, entonces en la despensa buscamos la marca más económica o directamente segunda marca. Ya cambié la marca del café y la yerba, por ejemplo”, manifiesta.

Ante esta realidad los especialistas en el ahorro recomiendan hacer una lista de los productos básicos que hay que comprar, anotar el nombre de cada uno producto y consultar el precio de al menos tres marcas, en distintos comercios. Eso ayuda a conocer la variación de precios y a elegir el más conveniente.

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La canasta básica aumentó 11% en el primer trimestre

Los alimentos comprendidos en la canasta básica aumentaron 11 por ciento en el primer trimestre del año, según un informe de la Defensoría del Pueblo de Córdoba, publicado la primera semana de abril.

Las frutas y verduras sufrieron un incremento del 10,27% con respecto a diciembre de 2015. Mientras que los lácteos y huevos, subieron el 10,79%

En tanto que la Canasta Básica Alimentaria costó $3.157,80 para una persona y $9.757,61 para una familia tipo.