La entidad vincula esas expectativas favorables con el crecimiento previsto del consumo mundial de aceites (3,2%), frente a la mayor producción esperada (2,7%), con un incremento de 3,6% en el comercio y una baja de 6,4% en los stocks.

“Es decir, un panorama que permite esperar precios sostenidos, al menos desde el punto de vista de las variables de producción física”, resume Asagir, que representa a los productores del cuarto cultivo en importancia para la Argentina.

La entidad destaca que la campaña girasolera 2011/12 concluyó con un rinde de 20 quintales por hectárea, levemente inferior al del año pasado, mientras se perdieron sólo unas 64 mil hectáreas, es decir, 3,4% del 1,86 millón sembrado.

“Pese a la sequía, que afectó al desarrollo del cultivo pero no a la siembra (que estaba concluida a fines de octubre, cuando iniciaba la seca), los rindes fueron buenos en prácticamente todas las regiones de mayor relevancia”, señala Asagir.

Respecto del próximo ciclo, la asociación resalta que el consumo de aceite de girasol crecerá mucho más que la producción (7,6% versus 2,5%), con un alza de 15,8% en las importaciones y una suba del 6,8% en los stocks.

La entidad cita luego los cálculos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés), que proyecta para la Argentina un crecimiento de la producción de girasol hasta 4 millones de toneladas.