“Guardia de Bomberos, ¿en qué puedo ayudarte?” es la forma en la que se atienden las llamadas que ingresan a través del 100. Claro está que suele verse interrumpida por un “se me prende fuego todo” o un “por favor vengan”. Desde El Periódico te contamos paso a paso como responden a cada emergencia los bomberos voluntarios de la ciudad.

Las 24 horas, los 365 días del año hay una persona en el cuartel central de bomberos dispuesta a atender los llamados telefónicos. Divididos en turnos rotativos, cuatro despachadores están siempre atentos a lo que pueda suceder.

El cuartelero anota, clasifica la llamada y convoca a los bomberos al cuartel central de calle Garibaldi o al Destacamento de calle Cervantes. El que está más cerca responde a la emergencia y pide colaboración según la magnitud de la emergencia, la cantidad de bomberos que hagan falta para trabajar, el agua para apagar el fuego o las herramientas que necesite.

Mientras las autobombas van al lugar de la emergencia, el cuartelero que recibió la llamada se encarga de recabar la mayor cantidad de datos posibles, por lo que se contacta con la persona que llamó al cuartel y le pregunta qué es lo que se está quemando, si hay personas atrapadas, si ya llamó a la Policía, ambulancias y qué es lo que está viendo.

En accidentes

En caso de accidentes la rutina es casi similar: qué tipo de vehículos están involucrados y qué cargamento llevan, cuántos lesionados ve y en qué kilómetro se encuentra. Toda esta información es comunicada de forma radial al bombero de mayor jerarquía que se encuentra en camino a la emergencia para que vaya diagramando la forma en la que los bomberos que lo acompañan van a trabajar.

Los bomberos llegan al lugar, se abocan a apagar el incendio o a rescatar a las personas y cuando la emergencia está controlada vuelven al cuartel donde empieza la mayor parte del trabajo, la que más horas demanda. Se estima que en promedio, cada bombero trabaja unas 20 horas en el cuartel por cada 1 hora que pasa en emergencias.

A modo de ejemplo, cada tarde de sábado los bomberos se reúnen para capacitarse de forma teórica y práctica sobre los distintos tipos de emergencias que atienden a diario. Sobre aquellas menos frecuentes, como rescates acuáticos, en altura, búsqueda y rescate con perros o emergencias químicas, se dividen por grupos que se especializan en las complejidades de cada área, entrenando de forma semanal.

Además, un grupo de bomberos se encarga del mantenimiento de todos los equipos, de revisarlos y arreglar los que se rompen para que todo funcione de la mejor manera. Otro nutrido grupo se aboca a hacer que los 14 vehículos de emergencias que la institución posee estén en condiciones óptimas cada vez que sean necesitados.

Bomberos: así funcionan las guardias y la capacitación

Cada tarea está asignada puertas para adentro para que nada ni nadie falle cuando el despachador dice que los chicos ya van en camino a socorrer un siniestro. Hay un bombero para cada necesidad, desde el armado de las capacitaciones hasta asegurar que todos tengan sus trajes y guantes para poder trabajar; de relevar y archivar toda la información de las emergencias, de cuidar la salud, comunicar las noticias que pasan, relevar los peligros latentes en la ciudad y la región.

Todo es parte de un gran sistema puesto al servicio de la comunidad, el Cuerpo Activo de Bomberos Voluntarios San Francisco.