“No me importa lo que opina la gente. La opinión de las personas que no conozco no tiene que afectar a nadie. Cuando me dieron los registros mi gente me felicitó porque es un trabajo grande. Lo que le digo a la gente que critica es gracias porque mientras más comenten más posicionan la noticia y más popular se hace el tema”, manifestó Gustavo Bertinotti, el empresario de la noche de San Francisco que registró la marca "Estudiantina" y otras fiestas populares más.

El emprendedor del rubro bolichero fue uno de los temas más comentados de la semana luego de que se confirmara que registró la marca "Estudiantina" ante el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI), por lo cual todos los eventos organizados en el país bajo esa marca histórica de los festejos estudiantiles ahora podrían tener que abonarle un canon por su uso, que estaría determinado según la cantidad de asistentes.

De esta manera se convirtió en el titular del nombre "Estudiantina" y de otros más asociados a los festejos estudiantiles, por lo que para utilizarlos se deberán cumplir una serie de requisitos.

"Decidimos empezar a cobrar el permiso para los que decidan hacer un evento con esas marcas. La empresa no tiene el objetivo de lucrar sino ordenar. No queremos que todos utilicen estas marcas que para hacer cualquier tipo de fiesta porque se desvaloriza el productor", explicó en Bertinotti.

Además, sostuvo que el objetivo es regular las fechas para que no se hagan todas al mismo tiempo para que el producto funcione. "Todo el mundo puede usar la marca pero tienen que pedir autorización y ordenar la fecha. Hay productoras de San Luis y La Rioja que ya compraron la exclusividad de la marca", comentó.

En este sentido, el empresario aclaró que en el caso de la Municipalidad de San Francisco por ser oriundo de esta ciudad no se les va a cobrar, pero tienen que pedir autorización. "En el caso por ejemplo de la Municipalidad de Arroyito tendrá que pedir autorización, se analiza el evento y si está todo ok se le cobrará un canon para utilizar la marca Estudiantina”, ejemplificó.

Al mismo tiempo reiteró que al registrar la marca Estudiantina le da la potestad de decidir quién puede y quien no utilizarla para un evento. “Es algo que lo decidió el Inpi, y lleva dos o tres años para conceder la marca. Durante ese tiempo no tuve oposición y si las tuve pude avanzar con mis elementos", dijo.

Con respecto a las críticas que muchos le endilgan en las redes sociales por este accionar en particular, respondió: “No leo las redes sociales y no escuché ninguna. Pero esto es algo que dice la ley, lo que diga la gente no tiene validez. Lo que manifieste el resto de la gente es un comentario personal, la ley dice que soy el propietario de la marca", analizó.

Cuando se le preguntó que sensaciones tiene de haberse apropiado de una marca que no inventó, sostuvo: “Tengo la sensación de que alguien lo tenía que hacer para que la fiesta no se desvirtúe. De a poco uno puede hacer que el producto crezca y no se caiga”.

“Había pueblos que hacía fiestas de las promos y dejaban ir personas de 30 o 35 años", remarcó.

En este sentido, explicó que para registrar la marca tiene un costo algo: “Es una inversión y todo un proceso que desarrollar. Hoy no puedo decir cuánto invertí porque hay un estudio que lleva adelante los trámites”.

También indicó que todo lo que ayude a que la marca se potencie con un gran evento lo van acompañar.

Bertinotti sostuvo que de ahora en más su empresa es la que regula cuáles son las condiciones de los eventos que pretendan denominar Estudiantina. “Hoy la regulación más estricta es que las fiestas estudiantiles son para chicos estudiantes. No queremos la mezcla de los públicos. Además queremos que se empiece a utilizar el logotipo original y cuando hagan una fiesta avisen que están autorizados y potencien nuestras redes sociales”.

En cuanto al canon a pagar dijo que dependerá quién lo solicite y de que clase de evento piensan organizar. “Cuando quiere organizar un evento con un gran artista vamos a apoyarlos. Pero cuando sea solo un negocio no”, enfatizó agregando que van a cobrar para volver a invertir en la marca.

¿Cuánto cobra?

Según el texto que difunde la empresa, el costo de los permisos se maneja acorde a la cantidad de personas que asisten al evento: en aquellos con cobro de entrada, el arancel es de $50 pesos por persona, mientras que el costo para un evento sin cobro de entradas es de $100 por persona.

Así, si se calcula que por la Estudiantina 2022 de San Francisco pasaron al menos cinco mil jóvenes en los dos días, en el próximo año la Municipalidad local debería abonar unos 500 mil pesos al ahora titular de la marca solo por su uso, a valores actuales.

Sin embargo, abogados especialistas consultados por este medio explicaron que no es necesario inventar el nombre para registrar la marca, aunque en el caso de nombres o palabras que ya son parte del uso general antes de ser registradas, como sería el caso de Estudiantina y otras, tal registro puede anularse mediante una acción judicial.