“Pasó en rojo, venía a mucha velocidad. De un negocio que está ahí cerca la gente que estaba afuera se levantó para ver porque creía que el motociclista iba a terminar mal”, contó Omar (52), quien semanas atrás fue protagonista de un grave accidente de tránsito.

El hombre circulaba con su automóvil y al llegar a una esquina concurrida y de tránsito intenso sintió el fuerte impacto. Hizo unos metros más, frenó y cuando se bajó vio al joven motociclista tirado en el pavimento, bañado en sangre: “En mi vida me tocó pasar algo así. Tuve que ir al médico esa noche para que me dé un tranquilizante, no podía dejar de pensar y de ver esa imagen”, agregó Omar.

En cualquier mesa de café o familiar el tema de cómo circulan las motos por las calles de San Francisco es recurrente. Seguramente por la cantidad de motociclistas accidentados que hay diariamente y aquellos que no la pueden contar. “Van como locos”, “no usan casco”, “no respetan ni su vida ni la de los demás”, son las apreciaciones más frecuentes.

La imprudencia, el exceso de velocidad y el consumo de alcohol o drogas al conducir suelen funcionar como detonantes de los accidentes, a los que se le suman la falta de protección al no llevar el casco.

También se quejan

Así como se quejan los automovilistas, muchos motociclistas también elevan sus reclamos. Reconocen que los demás motociclistas, sobre todo los más jóvenes, ponen en riesgo su integridad física porque muchos deciden no respetar las normas de tránsito, pero también le apuntan a los automovilistas.

“Lo que pasa en las calles es un combo, los automovilistas se distraen cuando manejan, veo a muchos con el teléfono en la mano y la cabeza gacha”, aseguró Luis (36), vendedor de una empresa local que hace más de diez años recorre las calles de San Francisco en su moto. Manifestó que el camino interprovincial trata de evitarlo porque nadie respeta ninguna norma.

Gonzalo (32), otro motociclista, contó que maneja “intranquilo” ya que considera que nadie, ni motociclistas ni automovilistas, frenan en las esquinas: “Ni hablar de ceder el paso, eso ya no existe”.

CELULAR EN EL AUTO

Para tener una idea, la asociación Luchemos por la Vida detectó que en septiembre de 2007 el 4,1% de los conductores usaba el teléfono; en el mismo mes de 2011, el 9,7%. “Estamos terminando una nueva medición y las cifras son preocupantes. Antes la gente se limitaba a hablar. Ahora, con WhatsApp y otras aplicaciones se usa más tiempo”, expuso Alberto Silveira, al frente de la entidad.

En San Francisco se labran diariamente alrededor de cinco multas por el uso del teléfono celular mientras se conduce.