Una carrera maratónica para llegar al poder. Así podría describirse la historia de Martín Llaryora (51) en política, aquel adolescente inquieto que fue presidente del centro de estudiantes en la “Escuela del Trabajo”, militó en la Juventud Peronista y este domingo arribará a San Francisco, su ciudad, donde fue elegido dos veces intendente, para convertirse en gobernador de Córdoba.

Aunque su carrera empezó mucho antes, podría decirse que esos 600 votos –o un poquito más- de diferencia con el radical Hugo Madonna en la elección municipal de 2007, no solo le permitieron sortear ese difícil escollo para que el PJ retorne al poder después de dos períodos radicales, sino además catapultar su carrera a lo más alto en Córdoba y en un breve lapso de tiempo. Aunque en ese recorrido haya peinado muchas canas.

Llaryora nació en San Francisco el 6 de octubre de 1972. Es el hijo mayor del matrimonio entre María del Carmen Seijo y Luis Alberto Llaryora, reconocido sindicalista de la Asociación Bancaria. Está casado y tiene tres hijos. En 2002 se graduó como Diplomado en Gestión Pública en la Universidad Católica de Córdoba (UCC) y en 2009 recibió el título de abogado en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

Sus primeros pasos los dio en el hoy Ipet 50 “Emilio F. Olmos”, donde presidió el centro de estudiantes. Cercano a la década del ’90 participó de la Juventud Peronista de San Francisco y estuvo a cargo de un departamento que trabajaba por los jóvenes en el gobierno municipal de Jorge Luis Bucco.

En 1993 comenzó a trabajar en la campaña de Evelina Feraudo, quien buscaba ser senadora provincial y luego ofició como asesor de la docente. Años más tarde escaló al primer gobierno provincial de José Manuel De la Sota, donde desempeñó el cargo de Coordinador de Empleo y Formación Profesional dependiente del Ministerio de la Producción. Allí fue parte operativa del flamante Programa Primer Paso (PPP), que todavía continúa vigente.

En 2003 fue candidato a concejal por el Justicialismo que llevaba como candidato a Eduardo Borgogno, quien perdió ante el reelecto Madonna. Pese a ello, obtuvo una banca.

2007, un año bisagra

Llaryora fue un férreo opositor durante cuatro años como concejal, entre 2003 y 2007, en un municipio al borde del colapso, con una deuda municipal millonaria a cuestas. Eso lo llevó a erigirse como la figura opositora más fuerte en 2007, un año electoral.

Sin embargo, debió sortear un escollo ante la aparición de una nueva figura en la política: Damián Bernarte, actual intendente de nuestra ciudad, a quien enfrentó y venció en una durísima interna.

Eso le abrió las puertas a ir por el premio mayor: la Intendencia. También ganó en una ajustada contienda. Desde ese momento, todo cambió.

Llaryora ganador en 2007: destronó al radicalismo después de dos períodos de gobierno municipal.
Llaryora ganador en 2007: destronó al radicalismo después de dos períodos de gobierno municipal.

Coqueteando con la provincia

Los primeros años como intendente fueron duros y necesitó del apoyo de los sanfrancisqueños para encauzar una Municipalidad en llamas. Todavía son recordados los enojos por los aumentos de tasas y las fórmulas que se crearon para que cada retoque pase por fuera del Concejo Deliberante. Su slogan era el indicado para el momento: austeridad en los gastos, transparencia en la gestión y eficiencia en la administración. Así pudo, de a poco, recomponer las cuentas.

Ya en 2009 comenzó a evidenciarse una característica que muchos destacan hoy del sanfrancisqueño: su ambición política. Es que, transitando la primera mitad de su mandato, su rostro en tamaño “large” apareció en la Capital provincial en lo que fue su primer aviso de que también buscaba su lugar en la conducción del justicialismo, reclamando su espacio en la interna con José Manuel de la Sota. Con una leyenda que instaba a la renovación del partido (“El peronismo que viene”) y la firma y escudo del Partido Justicialista, su cartelería invadió la vía pública: había frente al aeropuerto y el Shopping Center, también en las principales arterias como Vélez Sarsfield, Chacabuco y Colón.

“¿Este quién es?”, preguntó más de uno sin saber que 14 años después podría llegar a votarlo en la elección provincial.

Los afiches de Llaryora con la inscripción del Peronismo que Viene aparecieron hasta en la capital cordobesa.
Los afiches de Llaryora con la inscripción del Peronismo que Viene aparecieron hasta en la capital cordobesa.

Trascendiendo San Francisco

En diciembre de 2013, Llaryora asumió como Ministro de Industria, Comercio, Minería y Desarrollo Científico Tecnológico de la provincia bajo la gestión de De la Sota, figura a la que había enfrentado con firmeza poquito tiempo antes.

Luego, en las elecciones provinciales de julio de 2015, fue el compañero de fórmula de Juan Schiaretti y elegido vicegobernador por el Partido Justicialista de Unión por Córdoba. En el año 2017 pidió licencia en su cargo y asumió como diputado en el Congreso de la Nación.

Ya en 2019 asumió otro gran desafío: lograr que el peronismo gobierne nuevamente la ciudad de Córdoba después de casi 20 años. El último mandato de un justicialista había sido el de Germán Kammerath, entre 1999 y 2003. Lo consiguió y su gestión fue aprobada en la ciudad capital, donde obtuvo este año un respaldo decisivo en las elecciones que lo consagraron como gobernador.

Este 2023, lo encuentra a Llaryora como gobernador electo y conductor natural del peronismo de Córdoba. En eso se enfocó desde 2009, en ser el sucesor de De la Sota y Schiaretti. Y pese a ser del interior, lo terminó logrando con todo lo que ello implica ya que es la figura máxima del PJ. Además, ya avisó que como gobernador va a estar en la discusión nacional.

“El peronismo que viene” fue más que un slogan en ese momento: para algunos fue una premonición, para otros una advertencia.

Schiaretti entregará los atributos de mando a Llaryora.
Schiaretti entregará los atributos de mando a Llaryora.

Gobernador en su tierra

Martín Llaryora asume este domingo 10 de diciembre. A las 7.30, está prevista la jura como gobernador en un acto en la Legislatura provincial. Luego deberá viajar hacia la ciudad de Buenos Aires para estar presente en el Congreso en el acto de jura del presidente Javier Milei, organizado a partir de las 11.

Tras ello regresará a Córdoba y desde allí viajará hasta San Francisco para realizar el acto principal de asunción como gobernador, con la presencia del mandatario saliente, Juan Schiaretti. Será a partir de las 19 en el Superdomo.