Este viernes, los abuelos que se encontraban instalados en Betania, lugar a donde habían sido llevados para resguardar su salud ante el avance del coronavirus, volvieron a su lugar de origen: el Hogar de Ancianos Enrique J. Carrá, ubicado en el predio contiguo al Hospital J. B. Iturraspe, sobre Dominga Cullen. 

La medida obedeció a la vacunación del personal y de los abuelos, que ya se hizo efectiva, y a la baja en los casos dentro de San Francisco.

"Este viernes se hizo la mudanza, volvieron nuevamente al Hospital, aprovechando esta baja en los casos, el hecho de que ya los abuelos están todos vacunados y otros temas de logística, se nos simplificaba mucho volviendo de nuevo a su lugar", explicó Valentín Vicente, director del Hospital J. B. Iturraspe. 

A casi un año en Casa Betania, los abuelos volvieron a su hogar

Seguidamente añadió: "Ya ha pasado la incertidumbre que suponía esta enfermedad. A principios del año pasado, ante la falta de una vacuna se decidió llevarlos. Ahora, completado el esquema de vacunación, tanto del personal como de los abuelos, se decidió trasladarlos porque estar cerca del hospital tiene muchos beneficios. El hecho de llevarlos allá en su momento fue la mejor opción que veíamos para proteger a los abuelos. En este momento creemos que están dispuestas las condiciones para que vuelvan al Hospital, que es su hogar".

Cabe recordar que los abuelos, que pertenecen al grupo de riesgo que más daño puede sufrir ante este virus, habían sido trasladados hace varios meses a Casa Betania, ubicada en un predio dentro de Quebracho Herrado, a unos 500 metros hacia el este del ingreso a la pequeña localidad. El lugar, en ese momento uno de los adecuados para protegerlos del avance del coronavirus, contaba con más de 20 habitaciones con baño propio, una capilla, dos salones amplios, una cocina y un parque cubierto de árboles.

A casi un año en Casa Betania, los abuelos volvieron a su hogar