Desde hace algunas semanas, en nuestra ciudad se puede hacer caninoterapia, un tratamiento con perros dirigido por una profesional de la salud, que está pensado para promover mejoras en el área física, psicológica y social.

En nuestra ciudad es una novedad y está a cargo de la profesora en educación especial, Raquel Giacone, y de “Lucho”, un golden retriever de dos años.

La profesional habló con El Periódico y contó que la caninoterapia se ubica dentro de la rama de las terapias asistidas con animales, como la equinoterapia (caballos) o la delfinoterapia (delfines). Giacone aclaró que es una terapia “complementaria y no alternativa” y que "está pensada para personas de todas las edades y con cualquier tipo de patología".

Sobre las ventajas de este tipo de terapias, explicó que el contacto con el animal tiene muchos beneficios comprobados científicamente, como la baja en el nivel de estrés. “Tocar o acariciar al animal, segrega hormonas que ayudan a relajarse", precisó.

En cuanto a las características del animal, Giacone detalló que "el perro tiene que estar entrenado, porque lo que más interesa es el carácter”.

“Tiene que ser un animal manso, entrenado desde chiquito a acatar órdenes que son necesarias para el trabajo. El umbral sensorial del animal debe ser elevado para que tolere los maltratos, los tironeos, porque va a trabajar con pacientes, a lo mejor, con parálisis, o que no pueden controlar sus movimientos", señaló.

Qué se hace

Son muchas las actividades que se hacen con el perro, y muchas de ellas a través del juego. “El animal es utilizado como un catalizador, un intermediario. El paciente puede cepillarlo, lavarle los dientes, se le limpian las orejas. Se trabaja también el tiempo de espera, hay pacientes que sienten mucha alegría al saber que ese día van a tener terapia con el perro”, agregó.

Las sesiones tienen una duración de 40 minutos y para ello Giacone se capacitó en Buenos Aires en una ONG llamada “Yanay Wasy”. “Es necesario una colchoneta para acostar al paciente un rato en el momento de relajación con el animal. Tiene que ser un espacio donde pueda haber interacción, donde se puedan hacer juegos”, subrayó.

La profesional destacó que también se puede trabajar en forma grupal con “Lucho”, por ejemplo cuando se hacen visitas a instituciones. “Eso también es muy beneficioso, porque a veces en hogares de ancianos o en lugares donde hay internos, la visita del animal también genera alegría. Y esa visita repercute a lo largo del día, le modifica su carácter e incluso la calidad de vida en todo aspecto”, explicó.

Lucho, el protagonista

Giacone relató que “Lucho”, un Golden retriever de dos años, proviene de Buenos Aires, de una familia que también trabaja en terapias. “Eso significa mucho porque si el animal es agresivo o no tiene buen carácter no puede trabajar en terapia, y si tiene crías van a salir con ese carácter. En cambio ellos ya son perros seleccionados para esta actividad”, comentó.

Dónde

En San Francisco, la terapia se puede realizar en el Consultorio de Psicoeducación “Inicio”, ubicado en Salta esquina Liniers. Las consultas se pueden efectuar al teléfono (03564) 426016.