"Es responsabilidad de los padres generar un ambiente óptimo ante el regreso a clases"
Así lo aseguró la licenciada en Psicopedagogía y profesora de Psicología Rocío Mansilla, para quien es sumamente importante que los niños transiten este proceso con alegría y entusiasmo.
El regreso a clases obliga a las familias a acomodarse a nuevos horarios así como también los enfrenta a distintos sentimientos, como de ansiedad o estrés.
Así lo afirma Rocío Mansilla, licenciada en Psicopedagogía y profesora de Psicología (MP 144928), para quien este proceso debe ser vivido con entusiasmo por los niños para lograr una adaptación armónica a las responsabilidades.
"Siempre el regreso a la rutina despierta ansiedad, temor, estrés y hasta cierta resistencia en algunos casos. El cumplimiento de horarios, la tarea, la nueva maestra, la compra de útiles, el contraturno o la jornada extendida, implican ciertos cambios que involucran a todo el grupo familiar, el cual debe adaptarse nuevamente a la jornada escolar de los niños", explica Mansilla.
Para la profesional, los adultos deben que los niños cuentan con una gran capacidad de absorber todo lo de su entorno, tanto lo bueno como lo malo; por lo tanto, es su responsabilidad generar un ambiente óptimo ante el regreso a clases, para que el proceso de adaptación en las primeras semanas sea lo más armónico posible para el niño, la familia y hasta para las maestras y compañeros.
"El regreso a clases despierta sentimientos encontrados para los papás, pero es sumamente importante que los niños transiten este proceso con alegría y entusiasmo, ya que esto también tendrá influencia en la predisposición con la que se encontrarán dentro del aula", asegura la psicopedagoda.
Recomendaciones
Ante esto, la profesional brindó una serie de consideraciones que pueden ser tenidas en cuenta para fomentar un clima optimista ante el regreso a la rutina y todo lo que ello implica.
- Involucrar a los niños en la compra de útiles, es decir, que puedan ser ellos mismos quienes puedan transmitir cuál es la cartuchera o mochila que les resulta más cómoda, su color o personaje favorito. Esto despertará sentimientos de pertenencia, seguridad y entusiasmo para el regreso.
- Transmitir confianza y seguridad de que será un buen año escolar. Los niños suelen tener miedo de que les vaya mal, las calificaciones, de cómo será la nueva maestra, del compañerito con el que les tocará sentarse, entre otros. Es fundamental hacerlos sentir seguros de sí mismos y fomentar en ellos que también está bien equivocarse y recordarles situaciones en las que a lo mejor no les fue tan bien y volvieron a intentarlo. O ponerse uno mismo como ejemplo contando experiencias propias. De esta forma el niño se sentirá tranquilo y acompañado ante cualquier posible temor de frustración.
- Restablecer nuevas rutinas, ya que por lo general vienen de un horario más desestructurados. Quizás se acostaban más tarde o se despertaban en otro horario. Los padres deben ir hablando con los niños de los cambios que ocurrirán, acordar qué momento del día se destinará para estudiar o hacer las tareas, hacerlos partícipes y negociar con ellos el establecimiento de los nuevos horarios.
- Anticipar los cambios. Debemos ser lo más comunicativos posibles para que nadie se tome por sorpresa, explicarles a los niños lo que sucederá, cómo será y a partir de qué día. De esta manera se podrán evitar enojos, angustias o resistencias.
"Todos los niños deben contar con un ambiente óptimo para crecer y desenvolverse, ese es su derecho y nuestro deber es fomentarlo y crearlo. Como dije antes, es responsabilidad de los adultos ayudar a los más pequeños a que transiten el proceso de regreso a clases con alegría y que no comiencen el ciclo escolar ya estresados. Recordemos que los niños felices, aprenden mucho más y mejor", finalizó Mansilla.