Acomodar la casa adentro para luego focalizarse afuera. Eso es lo que hizo Victoria Civalero en su primer año como intendente de la ciudad de Frontera, tras más de veinte años de conducción de Juan Carlos Pastore.

“Estamos a un año donde no pudimos dar el vuelco que queríamos hacia afuera, pero sí hicimos unos muy buenos cimientos en cuanto a la organización. Acomodamos la parte financiera, estamos en un proceso de modernización de los sistemas informáticos y vamos a tener una mejor organización. En el 2017 se van a notar estas cosas afuera”, asegura Civalero en una entrevista con El Periódico, donde realizó un balance de su gestión.

¿Fue más difícil de lo que pensaba este primer año de gobierno?

Fue un año duro, complejo y largo en relación a la cantidad de situaciones que debíamos acomodar. Desde el afuera es difícil ver lo que pasa dentro de la administración y la gente nota los cambios cuando uno los traduce en obras o mejoras importantes en la ciudad. Este año no pudimos dar el vuelco que queríamos hacia afuera pero sí hicimos unos muy buenos cimientos en cuanto a la organización. Acomodamos la parte financiera, estamos en un proceso de modernización de sistemas informáticos y vamos a tener una mejor organización. En el 2017 se van a notar estas cosas.

¿Cómo fue salir a golpear puertas a la Provincia, la Nación o hacer gestiones en conjunto con San Francisco? ¿Cómo estaban las relaciones?

Las relaciones con la gestión anterior no eran buenas y debimos retomarlas. Los problemas que encontramos en el municipio no se solucionan de un día para el otro y más después de tantos años de inacción, donde se gobernaba con la práctica y en el momento inmediato para épocas electorales y sin gestión.

¿El vecino lo entiende o se siente presionada para dar soluciones rápidas?

Antes que nosotros ingresemos la gente ya tenía la paciencia agotada. Entonces es difícil. Comprendemos el apuro, las ganas de ver el cambio del cual hablamos. Hay presión pero la mayor presión es la nuestra, la propia, por cumplir los objetivos y anuncios de campaña. Eso nos motiva a trabajar.

¿Qué es lo más urgente hoy para su gobierno?

Nos falta la cuestión de la obra pública, lo que proyectamos este año. Hicimos los primeros proyectos para poder ejecutar las obras, entre ellos el plan director de desagües, de cloacas, la iluminación, el plan de bacheo. También hay planes para solucionar el problema del basural. Fuimos dando prioridad a estas cuestiones. En otro orden de cosas apuntamos a la seguridad y la justicia, con reuniones con la Policía y el Consejo de Seguridad Regional. Compramos las primeras cámaras para activar el sistema de video vigilancia, también la guardia urbana y creamos el Buzón de la vida para que la gente deje sus denuncias de manera anónima. y además recuperamos relaciones con instituciones, clubes deportivos. Todo arroja buenos resultados. Finalizamos el año con talleres culturales, deportivos y educativos con 500 asistentes. Eso es muy bueno. Había una mil personas en el cierre lo que demuestra que Frontera tiene ganas de reunirse y trabajar.

¿Cuáles son los planes para esta zona que une a Josefina, Frontera y San Francisco?

Vamos a armar una mesa de trabajo en red con Josefina y San Francisco y todos vamos a terminar teniendo beneficios. Siempre a Frontera nos catalogan como parásitos de las otras localidades. En esta gestión tenemos iniciativas y buenas ideas para trabajar en conjunto. Ojalá resulten.

¿En el camino interprovincial existe la intención de lograr un reordenamiento?

Se viene trabajando bien, con diálogo fluido y tratando de encausar las normativas al ser dos jurisdicciones diferentes y con distintas leyes en cada provincia. Hay cuestiones a resolver, más como un área metropolitana y ver cómo ir solucionándolas. Los controles conjuntos dieron resultados, tratamos de mantenerlos en el tiempo. Son controles importantes aunque no todos lo entienden cuando no cumpliendo con las leyes se les retiene el vehículo.

¿En materia económica como está la Municipalidad?

Se hizo un informe técnico cuando ingresamos de parte de la Universidad Nacional del Litoral donde se analizaron las distintas áreas y se dieron pautas a mejorar. La deuda encontrada fue diferente a la que nos informaron. Incluso arrojó números más altos a medida que avanzaba nuestro gobierno. Actualmente llevamos el 80 por ciento de la deuda saldada, unos 15 millones de pesos. En un año mantuvimos operativa la Municipalidad, pagamos sueldos a término, adquirimos y reparamos vehículos para prestar servicios y retomamos la relación con los proveedores. Para nosotros fue positivo.