El Programa de Inclusión y Terminalidad  Educativa (PIT) de la escuela Pascual Bailón Sosa celebra este lunes sus cuatro años de vida con nuevos adolescentes egresados del nivel secundario.

El PIT, si bien es una extensión de la Escuela Ipem 96 Pascual Bailón Sosa, funciona en las instalaciones del colegio Lucía Vaira de Aimetta de barrio La Milka de San Francisco.

“Nace el 2 de agosto de 2017 como programa para adolescentes de 14 a 17 años que por alguna razón abandonaron la escuela secundaria y quieren volver”, explicó la directora María de los Ángeles Vergnano a El Periódico Radio 97.1 (Lunes a viernes de 17 a 19).

“Es un trayecto de cuatro años en el que los adolescentes pueden realizar toda la secundaria o parte de la que les falta. Los espacios curriculares que tenían aprobados cuentan”, indicó.

 El Programa de Inclusión Educativa celebra su 4° aniversario con nuevos egresados

La escuela funciona de lunes a viernes de 18.30 a 22.30 horas, y actualmente son cerca de 50 los estudiantes que cursan en esta entidad educativa.

“Tuvimos una egresada en 2018, era una estudiante que había arrancado desde el trayecto tres, quien había interrumpido la escuela secundaria en 4to año por un embarazo”, recordó Vergnano.

Cuatro nuevos egresados

Esta semana egresarán cuatro nuevos estudiantes que finalizan el Programa de Inclusión y Terminalidad Educativa, quienes empezaron casi de cero en 2017.

“En el mismo curso tenemos los cuatro trayectos, de primero a segundo año es el primer trayecto, tercer año el trayecto dos, cuarto y quinto el tercer trayecto, y sexto el quinto”, sostuvo la directora Vergnano.

“Los estudiantes están en dos grupos de 25 estudiantes. Puede haber un adolescente de 14 con uno de 17, dependiendo en qué trayecto están cursando”, dijo.

“Hay muchos chicos que abandonan por el trabajo o por cuestiones personales. Esto es importante para que los jóvenes puedan terminar los estudios”, dijo agregando que hay muchos adolescentes que descubren y aprovechan esta nueva oportunidad.

Al mismo tiempo destacó la labor del equipo docente: “Es un personal muy especial, sienten la empatía por el momento que transitan los estudiantes y colaboran mucho”.

“Hay jóvenes que pasaron por alguna situación compleja y los llevó a dejar el colegio. Tratamos encontrarle el lugar dependiendo cada caso. Trabajamos mucho con otras instituciones, para trasladarlos si es necesario también”, expresó la docente.

 El Programa de Inclusión Educativa celebra su 4° aniversario con nuevos egresados

La virtualidad fue compleja

Los meses de pandemia en los que debieron funcionar a través de la virtualidad fueron bastantes difíciles para los estudiantes.

“Afortunadamente volvimos a la presencialidad, porque la necesitábamos. La población del PIT en general vive en una situación de vulnerabilidad económica y fue muy difícil sostenerlo en la virtualidad”, comentó Vergnano.

Además agregó que algunos estudiantes directamente optaron por no cursar y volver al trayecto en el que habían abandonado.

“Ahora con la presencialidad se normaliza la situación. Se reconfiguró el grupo, ingresaron nuevos estudiantes para completar el curso”, manifestó.