"Cotorras Caminantes" es el nombre de un grupo de mujeres que combinaron la caminata y la charla a partir de la idea de hacer actividad física y de "despejar la cabeza".

Desde hace dos meses y medio, aproximadamente, estas quince mujeres se reúnen de lunes a sábado en la esquina de Caseros y Juan Díaz de Solís, en barrio Jardín, para salir a caminar. Desde allí van hacia barrio 9 de Septiembre entramando charlas contando experiencias, anécdotas y también algún que otro problema que enseguida el grupo se encarga de alivianar.

"Es un movimiento barrial de mujeres", define Angélica Cabrera, una de las que participa activamente de la actividad. Y cuenta que el grupo que la acompaña se conoce principalmente del vecindario. 

Romina Moyano, otra integrante y una de las impulsoras de la iniciativa, agrega que en su caso el objetivo con el que sale a caminar es el de salir de la rutina. "Yo soy partidaria de que primero nosotras y después todo lo demás. Y me gustó la idea de salir, distraerme, hablar, sacar algunos problemas y darte cuenta de que no eran tan graves".

Sobre cómo comenzó, la mujer recordó que fue a partir de un grupo más reducido, de cuatro o cinco mujeres. "Y un día lo puse en Facebook, porque mientras más somos, mejor. Y se dio. Nos juntamos cada vez más y surgió esto. Arrancamos hace dos meses y medio y no paramos. A veces una no puede pero las otras sí. Siempre algunas pueden", explica.

Solidaridad

Desde hace algunos días, el grupo le agregó a sus momentos de caminata otros de solidaridad, ya que comenzaron a visitar distintos espacios de la ciudad para colaborar con un desayuno o merienda. "Angélica trajo la inquietud y empezó a decir de que podíamos ayudar. Y otra chica trajo la idea de los merendemos y así empezamos. Si bien aún yo no pude, ellas se ponen de acuerdo y vamos a Pami, al Hospital Iturraspe, a la Terminal de Ómnibus, para llevar algo calentito y un bizcochito para pasar el frío. Empezamos ayudando a Graciela Roldán, una compañera que trabaja en LALCEC, en la campaña contra el cáncer de próstata", cuenta Nora Quevedo, otra de las "cotorras".

Angélica suma: "El objetivo es cuidar nuestra salud, eso es fundamental, la mente, el alma y el espíritu, y eso te genera lazos de solidarias. Entonces dijimos de ir por algo más que tomar mates y caminar. Surgió solo, con tantas necesidades que está atravesando el país. Entonces como la ayuda a los merenderos generalmente está cubierta, fuimos por otra cosa nueva, que es ir a los lugares en donde está la gente en situación de calle, donde la gente viaja temprano y está esperando un colectivo. Nos motivó un periodista de Córdoba que sale con un grupo al hospital y lleva bizcochitos".

Las mujeres, que en su mayoría son empleadas de casas de familia, destacan que lo que hacen es "sin banderas políticas" y que toda ayuda que brindan sale "de su bolsillo" y es desinteresada. Además, subrayan que a pesar de que hace poco tiempo que comenzaron con la movida solidaria, ya hubo personas que se sumaron a colaborar. Entre otras cosas, ya recibieron cajas de matecocido y vasitos térmicos.

Encuentros

El grupo se reúne de lunes a sábado en Caseros y Juan Díaz de Solís. De lunes a viernes se encuentran a las 14 mientras que  el sábado se citan a las 14.30. Las mujeres invitan a cualquiera otra persona que desee sumarse y, aseguran, esperan que la iniciativa se replique en los demás barrios de la ciudad.