El 28 de octubre de 2019 quedará bien marcado para la vida de María Laura Ferreyra (42) y su familia. Y también para su marido Martín Delgado (36), quien debió tomar seguramente la decisión más inesperada en su vida cuando le adelantaron la posibilidad de donar los órganos de su esposa y la madre de sus hijas.

María Laura había sufrido un grave traumatismo de cráneo, entre otras lesiones, el 25 de octubre de ese año, al caer de su motocicleta en la esquina de General Paz y Sáenz Peña. Las primeras informaciones hablaban de un choque con otra moto, cuyo conductor se dio a la fuga mientras la mujer quedó tirada inconsciente sobre el pavimento. Tras ello fue trasladada al Hospital Iturraspe, pero por la gravedad de las lesiones la terminaron derivando al Sanatorio Allende, en la capital provincial, donde en un primer momento su estado era vegetativo.

Hoy, a 15 meses de ese aparente choque que luego para la Justicia se trató de un intento de arrebato contra la mujer (hay un detenido y en breve podría ir a juicio), María Laura intenta de a poco volver a una vida normal, donde se pueda desenvolver sola. En definitiva: donde pueda volver a ser quien era. Aunque el camino sea difícil.

Estuvo al borde de la muerte pero la vida le dio otra oportunidad: María Laura ya se recupera en casa

“Hoy estoy caminando, pasé muchas cosas feas, estuve en estado vegetativo, pero ellos (por su familia) creyeron que iba a seguir viviendo y eso pasó”, dijo Ferreyra. (Foto: Fabricio Llanes)

“Aquella decisión que debí tomar el 28 de octubre… donde estaba la posibilidad de donar los órganos no lo olvidaré más. Yo sabía que esto iba a pasar, que iba a despertar, que Dios decide sobre nuestras vidas y que no era el momento de que se la lleve. Y acá está la muestra”, aseguró Martín a El Periódico mientras señalaba a su esposa.

La vuelta a casa

La madre de Martina (14) y Francesca (3) volvió a San Francisco hace tres meses luego de estar internada en Córdoba, donde todavía realiza cada semana tratamientos y rehabilitaciones.

Bajó del auto ayudada de un andador para caminar, con pocos recuerdos y dificultades para expresarse, entre otras cosas. Sin embargo, a fuerza de voluntad y amor propio, más todo el empuje de su familia, empezó una recuperación que ya muestra grandes avances.

“He pasado muchas cosas pero de a poco saldré adelante”, aseguró María Laura, quien se esfuerza para poder hablar. Explicó que “de a ratos” recuerda cosas y que le contaron lo que sufrió desde el día que la tiraron de la moto hasta hoy.

“Veo bien la evolución, voy tratando de hacer de comer, las cosas en la casa, ordenar, por ahí hay cosas que me olvido”, contó, pero al tiempo remarcó que hace unas semanas se puso a bailar folclore y le salió “bastante bien”.

“Hay días que estoy bien con los recuerdos, pero otros no. Pero lo que quiero es estar bien con mi marido y mis hijas, con ellos puedo salir a hacer cualquier cosa. Hoy estoy caminando, moviéndome, pasé muchas cosas feas, casi me muero, estuve en estado vegetativo, pero ellos creyeron que iba a seguir viviendo y eso pasó”, señaló emocionada.

Los milagros existen

Delgado contó que la semana pasada, en un control médico, María Laura fue observada por el neurocirujano que hace poco menos de un año le realizó una craneoplastía, una operación quirúrgica para reparar defectos craneales causados por lesiones u operaciones previas, entre otras cosas. “Lo que me dijo fue: ‘sinceramente, si me lo cuentan no lo creo. Verla caminar y despierta como está en menos de un año de la operación’. Se quedó sorprendido porque se va acercando a una vida normal”, indicó el hombre. Y aseguró: “Los milagros existen y Dios también”.

Para la familia, sin dudas, fueron 15 meses muy duros: “Hoy está con nosotros y es lo más importante. Con el apoyo de mis padres, yo trabajo y recibo ese apoyo. Ella tiene terapias, vamos a Córdoba cada semana y los demás días terapias por videollamadas, apostando a que logre la mayor independencia posible. Hace tres meses cuando vino estaba con andador, usaba pañales, hoy la ves caminar y está muy bien comparado a cuando volvió. Y esa es la apuesta de los médicos: que siga evolucionando”, completó Delgado.

Estuvo al borde de la muerte pero la vida le dio otra oportunidad: María Laura ya se recupera en casa

La familia junto al monumento al cura Brochero, a quien le rezaron para la recuperación de María Laura.


Martina, una mujer adulta con 14 años

La hija mayor de María Laura y Martín, Martina, también es una protagonista clave en esta historia. Con su madre internada en Córdoba, peleando por vivir, asumió el rol de una mujer adulta en la casa. Fue una especie de mamá para su hermanita Francesca, quien todavía se alimentaba de la teta de su madre cuando ocurrió el accidente.

“Fue duro lo que vivimos porque no sabía cambiar un pañal, bañar a un bebé o hacer una mamadera, cosas que tuve que aprender”, indicó.

Aseguró que de un día para el otro, al salir de la escuela, no tenía más a su mamá: “Mi hermana lloraba todas las noches porque mi mamá no estaba y no sabíamos cómo explicarle lo que pasó. Hoy es una alegría enorme tenerla, le conté muchas cosas que tenía para contarle”, señaló entre lágrimas.

Mientras la adolescente hablaba, un diálogo espontáneo entre ellas interrumpió la nota. Es que este año Martina cumplirá los 15, motivo por lo cual están con los primeros preparativos para la fiesta.

“Va a estar preciosa, va ser la mejor y yo voy a estar bien para esa fecha, voy a estar mejor porque no me falta mucho para estar bien”, prometió la mamá.