Como si la simple excusa de haber sido el primer encuentro público entre Charly García y Luis Alberto Spinetta no fuera suficiente para posicionar a estos conciertos como los más relevantes en la historia del rock argentino, las presentaciones conjuntas de Serú Girán y Spinetta Jade también destacan por haber mostrado a dos de los grupos más importantes del movimiento local en un estado de gracia total y por permitir la interacción de los músicos más destacados de la escena vernácula.

De acuerdo a los relatos de los testigos y a una cinta pirata, los shows abrieron con una set de Charly y Spinetta a solas, en las que unieron sus voces, piano y guitarra, para una versión de "Que ves el cielo", de Invisible; y "Cuando ya me empiece a quedar solo", de Sui Generis; a quienes se les sumó luego David Lebón, para "Música del alma", de García.

La única foto de esa noche muestra a Charly en el piano y Spinetta con su guitarra, cruzando un saludo de manos, lo cual se produjo al final del set conjunto.

Serú Girán y Spinetta Jade - Estadio Obras Sanitarias (13/09/1980)


La noche prosiguió con Serú Girán, la banda de Charly y Lebón, que completaban Pedro Aznar y Oscar Moro, que en uno de los mejores años de su trayectoria, basó su presentación en su segundo disco "La grasa de las capitales" y anticipó algunas canciones de "Bicicleta", que se publicaría dos meses después.

Spinetta Jade, que alineaba a Diego Rapoport y Juan del Barrio, en teclados; Beto Satragni, en bajo; y Pomo, en batería; mostró gran parte del material de su disco debut "Alma de diamante" y presentó "Un viento celeste", que sería parte de su futuro álbum "Los niños que escriben en el cielo".

Todos juntos

Hacia el final, todos los músicos subieron al escenario para interpretar "Aguas claras del Olimpo", de Pescado Rabioso; "El mendigo en el andén", de Serú Girán; y "Despiértate nena", también del exgrupo de Spinetta.

Para esta parte del show, ambos grupos habían compartido previamente ensayos en las oficinas de la revista "El Expreso Imaginario", adquirida por Alberto Ohanián, representante de Spinetta; quien organizó los conciertos junto con su par de Serú Girán, Daniel Grinbank

Pero aunque cada uno de los grupos apostaba a una estética diferente, que parecía que los hacía circular por caminos antagónicos, el cruce de músicos de una y otra banda era algo muy común.

Más allá de que Lebón había sido socio creativo de Spinetta en Pescado Rabioso, de la misma manera en que ahora lo era de Charly; Aznar había colaborado en Jade y Rapoport había grabado un solo de piano en el "Tema de Nayla", de Lebón, incluido en "Bicicleta", lo que despertó alguna escena de celos del astro del bigote bicolor, quien hasta el día de hoy lanza reproches contra su compañero de Serú al recordar esa controvertida colaboración.

Fueron conciertos "hermosos" y "geniales"

Tanto David Lebón como el tecladista Juan del Barrio coincidieron al recordar con entusiasmo la serie de conciertos y remarcaron el nivel de camaradería entre los músicos.

"Fue algo genial. Me acuerdo de los hermosos ensayos en El Expreso Imaginario. La verdad que fueron fantásticos. Y los músicos fuimos muy compañeros, como siempre lo fueron los músicos argentinos. No había celos, ni nada de eso. Esas cosas era más algo instalado en los fans, como los hinchas de los equipos de fútbol, que solo van a ver a su equipo", dijo Lebón a Télam.

"Fue un privilegio total haber sido parte de eso. Fue una cosa hermosa, de las más importantes de mi vida. El show fue una fiesta total y cuando tocamos todos juntos fue algo maravilloso", recordó por su parte el extecladista de Spinetta Jade.

Aunque también hablo de "camaradería" entre los músicos, Del Barrio aceptó que había algunos celos que se habían puesto de manifiesto en colaboraciones entre integrantes de ambas bandas, además de algunos hechos puntuales que recordó con una sonrisa.

"Una vez fui a un ensayo de Jade y se me ocurrió comentar que la noche anterior había ido a ver a Serú y que era impresionante cómo sonaba, lo que era cierto, porque te partía la cabeza. Y Luis no me dijo nada pero me clavó la mirada de una manera que parecía que me quería matar", contó entre carcajadas el tecladista.

También dejó entrever las distintas posturas artísticas entre los dos ídolos al recordar ciertos reparos que mostraba Spinetta en los días previos los shows.

"Ya sabemos que era muy celoso de su material y esto se planteó como una movida, no comercial, pero sí como algo de mayor exposición pública, de una visibilidad más grande. A él no le gustaba mezclar su mensaje artístico con el de otros, pero no por algo peyorativo, sino por esa postura que tenía. Entonces, cuando nos comunicó que se iba a hacer ese recital, parecía como contrariado", relato.

Por su parte, Lebón, quien había sido socio creativo de Spinetta en Pescado Rabioso, señaló que por su relación con ambos astros se sintió como una especie de "puente".

Finalmente, cada uno de los músicos dejó una anécdota de aquellas jornadas:

"Me acuerdo que Luis se había comprado un piano Yamaha con cuerdas, que estaba muy de moda. Charly se acercó a verlo, apoyó un pucho en una tecla y la quemó. Luis lo quería matar. Pero ya lo conocemos a Charly, es un catrasca total. Ya sabemos que no hay que dejarlo ni que se acerque en una situación así", relató Lebón.

"En ese momento, igual que David, Diego Rapoport era seguidor del Gurú Maharaji. Tenía sus fotos pegadas en el piano y no dejaba que nadie se acerque. Héctor Starc, que era sonidista de Serú, le cambió todas las fotos por otras de chicas desnudas, así que cuando salió a tocar con toda esa mística, concentrado, se encontró con la sorpresa", contó Del Barrio.