Alejandro Lerner confirmó que en su show del Orfeo tendría un invitado especial: Carlos “la Mona” Jiménez. Y adelantó que grabaría con el cordobés más famoso antes de su concierto. Ayer fue ese día. Por la tarde (ver aquí), se reunió con Carlitos Jiménez en el estudio de barrio Cerro de las Rosas y ensayó Volver a empezar, tema que compartirán en escena y que tendrá un toquecito especial cuartetero.

Mientras, Lerner asegura que está en un buen momento, y ofrece razones de sobra para fundamentarlo. “Hace tres años nació mi hija y la verdad nada puede competir con tener una familia y estar en paz”, asegura el cantautor, a punto de cumplir 30 años como solista.

"Mi actividad profesional está cruzada por esa certeza -amplía-. Estuve estudiando mucho jazz. Me dediqué a investigar a Bill Evans, uno de mis pianistas favoritos, y a darle mucho tiempo a mi parte pianística, porque fue un período de estar mucho en casa. Con mi esposa e hija hicimos una gira por Israel, con una banda de allá. Recibí una invitación de Miguel Ríos para cantar juntos Todo a pulmón en España. Tenía previsto tomarme vacaciones en abril, pero no pude".

Para terminar el diagnóstico de su tiempo presente, el autor de baladas filosóficas como Todo a pulmón, de incorrectos rocks al piano como Nena neurótica y de hits irrefutables como Volver a empezar (entre tantísimos otros) cuenta que, desde el año pasado, trabaja en un nuevo disco, al que titulará Sueños de elefante y que tiene una especial lógica productiva. "Lo empecé en esta vida que estoy haciendo de California a Argentina. Un poquito lo grabé en San Luis, otro en El Pie, mi estudio de Buenos Aires, y con la banda. Después fui a Los Ángeles y trabajé con muchos músicos negros de diferentes lados de Estados Unidos, en una búsqueda tranquila, distinta", detalla sobre la vida previa a ese sacudón mediático que significó Soñando por cantar.

"Pensaba terminar mi disco, pero me pidieron una suplencia. Una de dos días para cubrirle el espacio como jurado a Valeria Lynch. No sé qué pasó pero el programa reventó. Luego, (Marcelo) Polino pidió vacaciones y me hicieron una muy buena oferta para ver si me quería quedar. Así fue que irrumpí en un programa que generó una explosión social de aprobación. De un formato sencillo, al jurado lo conformábamos cuatro personas del palo de la música, del palo de cantar, de haber grabado muchos discos y de tener la información necesaria para hacer una devolución digna", destaca.