Jorge Porcel Jr. (41) volvió a ser noticia en la tarde del jueves, cuando protagonizó un virulento brote de ira en Implacables, el programa de Carlos Monti Susana Roccasalvo.

Invitado al programa para recordar a su padre, Porcel Jr. volvió a exigir trabajo a los gritos y denigró reiteradamente a las panelistas Amalia Granata y Yanina Latorre. E hizo lo propio con Sandra Villarruel, ex compañera de su padre, que estaba invitada al piso, y a quien terminó escupiendo al irse enojado del estudio, en una actitud totalmente reprobable.

Sobre el final del programa, Jorgito Porcel se comunicó con la producción para ofrecerles disculpas a las panelistas y a Villarruel por su reacción, avergonzado por lo que había hecho al ver la repetición de las imágenes.

Sin embargo, en la tarde del viernes volvió a la carga, esta vez en Dale! la Tarde. Porcel Jr. arrancó tranquilo y saludando con muy buena onda a Mariano Iúdica: "¡¿Qué hacés, nene?! ¿Cómo andás? La verdad, no te miento, te escucho hablar y me cambia el ánimo, hermano".

Luego se dirigió a Sandra Villarruel, presente en el estudio: "Por la amistad que tuvimos, yo te perdono y te ofrezco disculpas, las dos cosas". Pero la actriz no estaba muy convencida de sus palabras. Entonces Porcel Jr. empezó a derrapar: "Nosotros nos conocemos hace 20 años y nunca te tiré un lance, hermana. Siempre te respeté. Porque tener ese cu... y nunca querer darle un lance, ¡hay que ser un buda!".

"Nunca fui un violento de género. Las mujeres me han despreciado toda la vida, nunca una mujer me amó y sin embargo soy un tipo educado y no soy misógino como han dicho por ahí. Si a mí no se me hubiera agredido, yo no hubiera dicho nada", siguió Porcel Junior.

Fue entonces cuando comenzó a calentarse el clima y el hijo de Porcel engranó otra vez: "Si ellas (en referencia a Granata y Latorre) me piden disculpas, no tengo problemas en ofrecer disculpas también. Yo soy un ninguneado y perseguido por el medio y que no se me da trabajo. Se me dice '¡vago, vago, vago, vago, vago!'".

Pero al final ocurrió lo peor, cuando Jorgito, que había arrancado ofreciendo disculpas, dijo sin pudor alguno: "¡¿Quién mira en mi dolor, quién mira en mi honor?! ¡Miren a mi mamá cómo está! ¡Tres minas que llegaron tirando g... quieren que les pida disculpas y yo quiero trabajo!".

Mariano Iúdica decidió cortar el móvil: "Lo tengo que cortar, lo tengo que cortar, no quiero, no quiero, no quiero... Basta, no quiero usarlo como puching ball porque es más fácil que la tabla del dos. Se pega solo. Evidentemente tiene un karma con las mujeres".