El actor y humorista Marcos Mundstock, uno de los miembros del grupo Les Luthiers, falleció este miércoles en Buenos Aires a los 77 años como consecuencia de una enfermedad que le fue descubierta en febrero de 2019, confirmaron desde el grupo.

"Después de más de un año de lidiar con un problema de salud que se tornó irreversible, Marcos, nuestro compañero y amigo, finalmente partió. De ahora en más, cada uno de nosotros deberá empezar a transitar el doloroso camino de aprender a convivir con su ausencia", señala el comunicado de Les Luthiers.

Durante más de medio siglo, este descendiente de inmigrantes judíos procedentes de Polonia compuso malabarismos con el idioma español al elaborar los guiones de Les Luthiers, el grupo que mezcla el humor culto con la música y los instrumentos tradicionales con estrafalarios artilugios inventados.

La enfermedad había retirado a Mundstock de la actividad artística en marzo de 2019. Empezó entonces a sufrir problemas de movilidad, pero aún pudo componer un texto brillante que grabó en vídeo para participar así en el Congreso Internacional de la Lengua celebrado en Córdoba en abril de 2019.

El fallecimiento del actor, guionista y exlocutor es el tercero que sufren Les Luthiers, tras los de Gerardo Masana en 1973, a los 36 años, y Daniel Rabinovich en 2015, cuando tenía 71.

Con la retirada voluntaria de Carlos Núñez Cortés a los 75 años de edad, en 2017, tras recibir con sus compañeros en Oviedo el premio Princesa de Asturias de Humanidades, en la actual formación de seis integrantes sólo permanecen dos de los fundadores: Carlos López Puccio y Jorge Maronna.

Sin embargo, el grupo sigue activo porque se fue renovando con las incorporaciones de Tato Turano, Martín O’Connor, Roberto Antier y Tomás Mayer Wolf, quienes durante años habían viajado con Les Luthiers como reemplazantes en sus giras internacionales.


El comunicado de Les Luthiers

Después de más de un año de lidiar con un problema de salud que se tornó irreversible, Marcos, nuestro compañero y amigo, finalmente partió.
De ahora en más, cada uno de nosotros deberá empezar a transitar el doloroso camino de aprender a convivir con su ausencia.
Pero no hoy. Pensar hoy en partidas o ausencias nos resulta demasiado triste. Hoy preferimos evocar todo lo que Marcos nos brindó y conservaremos con nosotros para siempre.
Nos quedará el recuerdo de su voz, única e inconfundible. Y de su presencia sobre el escenario, con su carpeta roja y frente al micrófono, que cautivaba al público antes de decir una sola palabra.
Nos quedará su profesionalismo. Su autoexigencia, su ética de trabajo y su respeto extremo por el público, valores que todos compartimos y que él defendió desde el momento de la creación misma de Les Luthiers.
Nos quedará el recuerdo de su compañerismo, tanto en lo profesional y en lo personal. La inteligencia de sus comentarios y su respeto por las opiniones ajenas, aún en la disidencia.
Nos quedarán grabados los aprendizajes compartidos que hicimos a lo largo de tantos años. Los lugares del mundo que descubrimos juntos. La sorpresa que compartíamos cada vez que Les Luthiers dada un nuevo salto y llegaba más y más lejos.
Nos quedará el recuerdo de sus chistes cotidianos, rápidos y asombrosamente ingeniosos, listos para brindarnos una chispa de alegría en todo momento, en las buenas y en las malas.
Nos quedarán tantas cosas de Marcos, que aún en medio de la tristeza y el dolor que estamos viviendo, no podemos dejar de agradecer a la vida, y de sentirnos privilegiados de haber recorrido con él todo este tramo del camino.


Les Luthiers

Con información de Agencias / El País.