La última noche del Festival de Cosquín contó con la actuación de Víctor Heredia que festejó sus 50 años arriba del escenario de la Plaza Próspero Molina y además de ser homenajeado, tuvo varios invitados como León Gieco, sus hijos Lautaro y Daniela, su yerno, Carolina Pereletti, Motta Luna y el Duende Guernica. 

Empezó con "Ojos de Cielo" para darle paso a un repertorio de clásicos en los que estuvieron La Colina de La Vida, Dulce Madera Cantora, Deja un poco de luz al partir, Razón de Vivir y Sobreviviendo.

El intendente Gabriel Musso estuvo a cargo de entregarle un premio a la Trayectoria al cantante popular que se despidió con una plaza de pie y emocionada para darle paso a Rony Vargas junto a Doña Jovita que subió a las 23 en un segway y se hizo un tiempo para defender el bosque nativo cordobés.

En la conferencia de prensa, Víctor habló de su carrera y destacó que "lo que se dice con la boca hay que sostenerlo con el cuerpo" haciendo referencia a su extensa trayectoria como músico popular comprometido. 

Con un 86% de la plaza repleto, fue el turno de el Ángela Irena, música pampeana que también recordó que subió por primera vez al escenario Atahualpa Yupanqui hace 40 años. Luego, pasaron por el escenario del imponente Ballet Camin, la Delegación de San Luis y la tradicional entrega de premios que reconoció a los artesanos que se lucieron en su paseo, a los de los escenarios Callejeros, a la Bruja Salguero como consagración y a Patricia Ratti como revelación (que también fue elegida por SADAIC y los periodistas del foclore). Antes se había reconocido a la compositora del Himno a Cosquín, Zulema Alcayaga y a los profesores de las academias de danza.

Luego, llegó el turno de Los Nocheros que colmaron una plaza enloquecida por los clásicos que tocó el cuarteto. Abrieron su hora y cuarto de show con "Soy de Salta" para pasar por  "A don Ata”, "Materia pendiente”, "No saber de ti", entre otros. Con ellos, subió al escenario Axel y juntos cantaron "Gracias, lo siento, te amo” y "Somos uno”.

A las 2 de mañana fue el turno de Joselo Schuap y Lucas Segovia, que homenajearon al Río Paraná y al chamame. Tocaron media hora e hicieron bailar a la plaza con su mensajes de defensa del monte, el medio ambiente y sus canciones comprometidas.

Finalmente llegó un verdadero clásico, Peteco Carabajal para cerrar la 57° edición del Festival Nacional de Folclore de Cosquín.

Fuente: El Diario de Carlos Paz.