Por Manuel Ruiz

 El ciclo “El cine y el box” ya arrancó. Fue este jueves, el primero del mes de abril con la proyección de “Diablo”, la película que abrió el ciclo del mes en el Cineclub Fabio Manes, el espacio cinéfilo de la ciudad con sede en la Biblioteca Popular desde hace seis años.

 

Pero ese ciclo durará tres jueves más con la proyección de tres cintas que encuadran al boxeo como objeto de análisis y de contemplación. Porque el cine ha elegido al boxeo en un sinfín de veces, desde el cine mudo, pasando por la época dorada de Hollywood, siguiendo por “Toro Salve”, todas las de Rocky para encontrar más cerca de este tiempo a la brutal “Million Dollar Baby”, donde las que pelean son chicas.

 

Pero el cine ha elegido al box no solo por el hecho de que sean dos personas pegándose, sino por el trasfondo que tienen esos dos que se suben al ring a combatir. Juan Cruz Aguirre, uno de los creadores del Cineclub y del ciclo (en esta oportunidad junto a Lucas Rivetta), asegura que eso ha sido clave para ver tanto box a través del cine: “El box tiene una cierta poética, media sórdida, y desde ese lado agarramos este ciclo. Este ciclo fue pensando hace dos años atrás, y se dio este año, y es a parir de esa magia, no solo como deporte sino como estilo de vida, que es bastante particular, o está lleno de particularidades que lo elegimos”.

 

El boxeo, el deporte, es un hecho cultural. Es el reflejo, la consecuencia de algo más profundo. No es sólo un par de guantes y cejas cortadas. Por eso el cine lo ha elegido tanto para contarlo y contar en 24 imágenes por segundo, historias de vida, reflejos de la cultura.