Hace un mes, el Gobierno, a través del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), autorizó un aumento inmediato del 52,9% en el precio que reciben los productores de yerba mate. Pero no fue el único incremento que habilitó: habrá alzas sucesivas en mayo, del 4,7%, y en junio, del 7,1% adicional.

En total, de acá a 60 días, el precio de la yerba a nivel mayorista se ajustará un 71,5%. Y como suele pasar, ese incremento terminó bajando directamente a las góndolas de los supermercados y en los almacenes de barrio.

Raúl Karaben, empresario yerbatero, explicó a Cadena 3 que el problema es que en la primera semana de abril el Ministerio de Agricultura de la Nación estableció el precio de la yerba verde y canchada y aumentó un 56% y al 1 de julio llegará al 70%, de esa forma el precio va a seguir subiendo”.

“La Secretaria de Comercio estableció un sendero de aumento que termina en julio con más de un 40% de suba”, subrayó.

Y aclaró: “El Gobierno no debería tener intervención en la industria, pero el problema son los supermercados, el Gobierno le ha puesto la piedra sobre la cabeza a los supermercados con multas muy fuertes si no cumplen con precios justos y muchas fábricas no les venden a las cadenas sino a los almacenes de cercanía, entonces hay una distorsión de precios y productos”.

Un paquete de yerba de un kilo cuesta unos $1.000 y más en los súper dependiendo las marcas. En los comercios de proximidad, el precio es mayor.