El presidente Javier Milei buscó bajar el tono del conflicto abierto con las universidades que adquirió magnitud luego de que el mandatario asegurara que solo asisten a las facultades los hijos de las familias ricas. 

La universidad va a seguir siendo pública y no arancelada, está fuera de discusión, no se toca”, aclaró en una entrevista con La Nación +. 

En la misma línea, amplió: “No está en discusión la universidad pública ni el no arancelamiento, porque gratuita no es. Alguien la está pagando, la pagan mayormente los que no van. El que va es un beneficiario neto, el que no va es un pagador neto. Gratis no es”.

Asimismo, reveló que lo que se debate son las auditorias a las universidades para analizar el uso de los fondos. “Lo único que estoy diciendo es que como esto está siendo pagado por todos, corresponde que esos fondos sean auditados, porque los impuestos no se pagan voluntariamente sino a punta de pistola”, remarcó.

Por su parte, el mandatario insistió: “¿Por qué no quieren ser auditados sin no están en discusión la universidad pública, si no está en discusión que es no arancelada? ¿Tanto problema porque los queremos auditar?”.

No quieren ser auditados los que están sucios. Todo este revuelo es tomar una causa noble y ocultar los curros de los delincuentes”, sintetizó.

En otro pasaje de la entrevista, el Presidente dejó abierta la posibilidad de discutir el Presupuesto 2025, incrementado las partidas para las universidades respetando la premisa del déficit cero. “Acá está el Presupuesto, vean cómo lo vamos a reasignar. Yo pago los intereses de la deuda, con el resto hagan lo que quieran, pero no voy a subir los impuestos ni tomar deuda nueva”, planteó. 

"Los docentes no están bien pagos, no de ahora, es algo histórico. Los tipos que no lo arreglaron me vienen a reclamar a mi por lo que pasa hace 40 años. Estoy dispuesto a arreglarlo, lo que estoy diciendo es que me digan cómo lo hacemos”, admitió además.

Sus palabras llegan en el marco de las medidas de fuerza que se potenciaron en las últimas horas en distintas facultades. Algunas altas casas de estudio están tomadas, incluso hubo enfrentamientos entre libertarios y los estudiantes que protestaban, y en otras se dan procesos asamblearios para definir acciones. 

Sin propuestas ni acuerdo

Hasta el momento ni Milei ni sus ministros presentaron un proyecto o anunciaron medidas para auditar o mejorar los controles de las universidades. 

Además, según reveló elDiarioar, en 10 meses de gestión el Gobierno no completó las autoridades de la Auditoría General de la Nación (AGN) por falta de acuerdo con el PRO y los radicales. 

Milei logró que la Cámara de Diputados confirme su veto al financiamiento universitario, con la ayuda clave de varios gobernadores

La AGN es el organismo designado por la Ley de Educación Superior para controlar las cuentas de las universidades nacionales. Su composición la define el Congreso y su titularidad corresponde a la principal fuerza de la oposición. Hoy la dirige Juan Manuel Olmos, el apoderado del PJ a nivel nacional.

Debajo de Olmos, el directorio se compone de tres auditores designados por el Senado y tres por Diputados, que no son legisladores. Por Cámara alta ya actúan Javier Fernández y María Graciela de la Rosa, referenciados en el peronismo, y Alejandro Nieva, del radicalismo. Pero aún están vacantes las designaciones por parte de la Cámara baja.

Fue este directorio con cuatro firmas el que confirmó el jueves que, un día antes –justo cuando Diputados bloqueó el aumento a los docentes y no docentes universitarios– había definido para su plan de trabajo 2025 auditar una serie de casas de altos estudios al calor del debate público: la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Buenos Aires y las universidades públicas de Córdoba, La Plata, Salta, San Juan, Cuyo, Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur; de la Patagonia San Juan Bosco, de Chilecito, de Avellaneda y del Nordeste.

Ese plan no fue firmado por los auditores designados por Diputados porque no hay acuerdo político entre La Libertad Avanza, el PRO y la UCR para esos nombramientos. El problema está en quiénes serán los otros dos auditores, porque tanto los libertarios, como el macrismo y los radicales tienen aspiraciones propias para esos cargos. Hay dos sillas para tres candidatos.