El presidente Javier Milei, en su visita a Italia para participar en la convención nacional Atreju organizada por la primera ministra Giorgia Meloni, defendió enérgicamente su gestión y sus principios ideológicos.

El titular de la Casa Rosada recordó a los críticos que pronosticaron el fracaso de su gobierno, afirmando que “tuvieron que tirar a la basura todos sus manuales” ante su éxito. Además, enfatizó la importancia de la disciplina partidaria, señalando que quienes no siguen la línea del partido son expulsados.

El presidente reiteró su compromiso con el libre mercado, la limitación del gobierno y la defensa de “la vida, la libertad y la propiedad privada”. Argumentó que el libre mercado ha sacado a millones de personas de la miseria y elogió la “gesta civilizatoria que es Occidente”. En materia de seguridad, Milei mantuvo su postura de “el que las hace, las paga”.

Confiado en su enfoque, el primer mandatario declaró: “Yo tengo mis propias recetas, que no son políticamente correctas ni tan profesionales, pero no se puede negar que, por ahora, nos han dado resultado”. Asimismo advirtió contra la negociación de ideas para obtener votos o formar alianzas, argumentando que esto lleva a la pérdida de convicciones y votos.

En un mensaje aparentemente dirigido a su vice, Victoria Villarruel, con quien mantiene una interna, Milei afirmó: “No hay lugar para ambiciones personales, no hay lugar para mezquindades, no hay lugar para el ‘yo’, no hay lugar para el ego”. Lo que está en juego es simplemente demasiado grande como para darle espacio a aspiraciones individuales”, sentenció.

El viaje de Milei a Italia, además de su participación en Atreju, busca consolidar su posición como referente neoliberal a nivel mundial. Su sintonía ideológica con Meloni es evidente, y ambos aspiran a fortalecer su alianza tras la asunción de Trump en la Casa Blanca.