La vacuna contra el Coronavirus, desarrollada por la UNSAM, el CONICET y el Laboratorio Cassará, comenzó con los ensayos clínicos según lo informado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. 

La “ARVAC Cecilia Grierson” ya se evaluó en 100 voluntarios de entre 18 y 60 años, mientras que en las próximas semanas se abrirá la inscripción para avanzar con una segunda etapa en diez centros de todo el país.

Esta fase contó con un financiamiento de 1.100 millones de pesos por parte de la Agencia I+D+i, dependiente de la cartera científica nacional.

El ministro de Ciencia, Daniel Filmus, mantuvo este martes una reunión en la Universidad Nacional de San Martín con el equipo que desarrolla la vacuna, liderado por la doctora Juliana Cassataro, para conocer los avances de los ensayos fase 2/3.

Filmus destacó que el comienzo de los ensayos representa “el resultado de la enorme tarea realizada por nuestras científicas y científicos y del trabajo conjunto entre el Ministerio de Ciencia, el Ministerio de Salud, el CONICET, la UNSAM y el Laboratorio Cassará. Esta vacuna es un motivo de orgullo para la Argentina y significa un ejemplo virtuoso de articulación público-privada”.

Por su parte, Cassataro expresó: “Estamos realmente muy felices de poder comenzar este ensayo. La ARVAC Cecilia Grierson es la primera vacuna argentina en alcanzar las fases 2 y 3 de evaluación. En esta etapa, 100 voluntarias y voluntarios de entre 18 y 60 años ya fueron inoculados y, próximamente, se abrirá la inscripción para avanzar con una segunda etapa en 10 centros de todo el país que contempla ensayos en 1.800 personas mayores de 18 años, en algunos casos, con comorbilidades”.

La Agencia I+D+i otorgó un financiamiento de 1.100 millones de pesos para que la vacuna ARVAC Cecilia Grierson complete los estudios clínicos de las fases 2 y 3 y pueda solicitar la aprobación final de la ANMAT para ser aplicada como vacuna de refuerzo en territorio argentino.

Pensada para dosis de refuerzo en personas ya inmunizadas, la vacuna ARVAC Cecilia Grierson se basa en la tecnología de proteínas recombinantes, una tecnología segura, que ya se aplica en las vacunas contra la Hepatitis B en niños recién nacidos desde hace más de 20 años o más recientemente, el VPH.