La compañía estatal YPF y Petronas, la empresa estatal de Malasia, firmarán el jueves un histórico acuerdo por una multimillonaria inversión para construir la primera planta de gas natural licuado (GNL) en Argentina que permitirá exportar gas de Vaca Muerta al mundo, según confirmaron fuentes de la Casa Rosada. 

La firma del importante acuerdo, que había sido adelantada por el medio Cenital, se realizará durante un acto en el que estarán los titulares de ambas empresas y el presidente Alberto Fernández. Si bien aún no se hicieron anuncios oficiales, trascendió que se prevé una inversión inicial de unos 10 mil millones de dólares que podría ascender hasta los 40 mil millones en 10 años.

La planta de GNL se instalaría en Bahía Blanca y permitirá dar un salo exportador al gas de Vaca Muerta, que hoy sólo se vende a mercados regionales, fundamentalmente a Chile.

El proyecto debe ser complementado con la construcción de un nuevo gasoducto troncal, además de inversiones ara incrementar la producción gasífera de Neuquén. Ahí entrarían en juego la participación de otras compañías, ya que el caño sería licitado por Nación. La idea es que todas las productoras puedan inyectar gas.

YPF y Petronas son socias en Vaca Muerta desde hace ocho años, aunque enfocadas en el shale oil. A fines de 2014, sellaron un acuerdo de inversión por 550 millones de dólares para desarrollar el área La Amarga Chica. Con 40.300 barriles diarios de producción en julio pasado, es el segundo campo productor de petróleo de Vaca Muerta, detrás de Loma Campana. Ambas empresas invirtieron en esa concesión –desde el 2015 al 2021-, más de 1.600 millones de dólares en más de un centenar de pozos e instalaciones de tratamiento.

Petronas es una de las principales petroleras públicas del mundo, opera plantas de licuefacción y de regasificación en varios países y es una de las mayores productoras de GNL.

El proyecto de la planta en Argentina es viable ante un escenario global de altos precios del GNL por la guerra entre Rusia y Ucrania, y las previsiones de una demanda en alza en las próximas décadas tanto en Asia como en Europa, que busca nuevas fuentes para reemplazar el gas ruso.

El año pasado, China, la segunda economía mundial, y Corea del Sur lideraron el crecimiento de la demanda de GNL. China superó a Japón para convertirse en el mayor importador del mundo en medio de una fuerte recuperación de la pandemia.

Mientras tanto, las fotos del ministro de Economía Sergio Massa, y del de Interior, Wado de Pedro, con el embajador malayo y representantes de la empresa Petronas revelaron un acuerdo que se anunciará el jueves, pero lleva un año y medio de negociación discreta, tanto por la relevancia de las cuestiones en juego -que aconsejan la prudencia que acompaña las cosas importantes- como por el volumen histórico de los anuncios que van a oficializarse en los próximos días sobre el entendimiento que la firma malaya alcanzó con YPF. Por la mañana se firmará el acuerdo de desarrollo conjunto entre ambas compañías y la oficialización se hará con presencia de los titulares de ambas empresas y el presidente de la Nación, Alberto Fernández.

El acuerdo (JDA, -Joint Development Agreement por sus siglas en inglés) incluirá tres pilares. El aumento de la producción gasífera, el de la capacidad de transporte y la instalación de una planta de GNL que se ubicará muy probablemente en Bahía Blanca -por la temperatura del agua- para su exportación por barcos. YPF asumirá la mitad de la inversión y será titular del 51% de la planta.

"La alianza estratégica para la producción en el país de un bien cuya demanda se prevé en aumento durante los próximos años por la salida de Rusia de parte de los mercados internacionales -Japón y Europa- en tiempos en que, por diversas cuestiones las inversiones en nuevas exploraciones que aumenten la oferta escasean, significará un negocio de importantes dividendos para el país", remarcó Cenital.

El proyecto prevé la realización de un gasoducto de características similares al “Néstor Kirchner”, que demandará al menos un año. Su realización podría licitarse, por lo que no correría por cuenta exclusiva de Petronas e YPF.

Según la información del medio, el proyecto, de completarse en toda su extensión, permitiría exportar el equivalente a 460 barcos regasificadores al año en la próxima década. Para tomar una dimensión, todas las importaciones argentinas de este año equivalieron a 22 buques. Con el proyecto funcionando plenamente serían unos 125 millones de m3 por día. Sin usar los precios actuales y pensando en un escenario ciertamente más normal, las exportaciones podrían alcanzar los 50 mil millones de dólares por año.

"Un número que, naturalmente, dependerá de la evolución del precio del gas. Aún con montos menores, el salto exportador total para los niveles actuales del país sería enorme y posiblemente signifique que los hidrocarburos se conviertan en el primer complejo de exportación del país", explicaron.