-Fabi, me voy a tu casa a tomar unos mates

- Párá loco, ¿cómo vas a hacer? Estoy aislado por contagio

- Vos despreocupate, yo voy para allá

La pandemia del coronavirus puede haber cambiado muchas cosas en todo el mundo. Nuestros hábitos, las costumbres más arraigadas, el contacto con nuestros afectos.

Pero, si hay algo que no modificó es aquello que une a las personas, el amor, los sentimientos, la amistad.

Quizás las celebraciones y juntadas no son aquello que cada uno de nosotros guardaba en la memoria antes del 2019 y que con la aparición del Covid-19 se cayeron como un castillo de naipes.

Pero, fueron adoptando otras formas, nuevas maneras de expresar aquello que sentimos el uno por el otro y que se mantiene inalterable con el paso de los años. Como el lazo que nos une con aquellos que llamamos amigos.

Amigos son los amigos

Este viernes, último día de 2021, en un barrio de Córdoba ubicado cerquita de la zona del Tropezón, en el lugar donde alguna vez funcionó el autocine de la Capital, se registró una escena que es toda una celebración de eso que llamamos amistad.

En la puerta de su casa, Fabián, oriundo de la localidad de Inriville, recibió la visita nada menos que de su amigo de toda la vida, Fernando, también coterráneo de aquellas pampas.

Unidos de toda la vida, tienen meses de diferencia en el cumpleaños, a punto tal de que fueron bautizados el mismo día por el cura del pueblo. “Así era antes, nos bautizaban a todos los de febrero en la misma época”, dice a La Voz, Fabián.

No sería una visita diferente a cualquier otra entre amigos si no fuera porque Fabián está aislado junto con su familia por diagnóstico de coronavirus.

Eso no fue un impedimento para Fernando, que ya sabía lo que tenía que hacer cuando salió desde su casa del Talar de Mendiolaza para visitar a su amigo de toda la vida. “Yo me encargo, vamos a tomar mates juntos”, le dijo.

Y así fue, una reposera en el garage de la casa de Fabián, y en el medio de la calle, Fernando, con su equipo de mate y sosteniendo una charla como las de siempre, aunque en circunstancias totalmente distintas.

La esposa de Fabián pasó por allí y no pudo evitar tomar esa fotografía que luego se viralizó por Whatsapp e hizo emocionar a propios y extraños.

Ninguno de ellos pronunció el “vamos viendo cuando nos juntamos”, “nos juntemos después de las fiestas” o la nueva versión “cuando todo esto pase...”.

Había que sostener ese ritual del encuentro antes de que termine el año. Sin excusas, como si se tratara de un día más entre amigos. De esos que pasan mil años sin verse pero cuando se reúnen parece que fuera ayer.

Amistad en estado puro. Feliz año Fabián y Fernando, feliz año a todos los que se llaman amigos, a veces no es necesario un banquete para celebrarse. Un termo, un mate, una charla, bastan y sobran.

Fuente: La Voz del Interior