Mirna Survera, Luis González De Alba y Diana Rodríguez Ramírez hicieron las valijas sin mucho tiempo de diferencia. La primera con pasaje en mano para ir a Colombia, mientras que la dupla estaba en México y se vino a San Francisco. Los tres representan casos de estudiantes universitarios que eligieron el intercambio no como una simple experiencia sino para enriquecer su trayecto académico y cultural. 

A los tres también los une el Cres y la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) puesto que el intercambio se hace por una propuesta de esta casa de estudios y la sede a la que aplicaron es de San Francisco en el caso de los chicos mexicanos.  

Son parte de la masa estudiantil que va y viene con muchas historias por contar, deseos por cumplir y una carrera que les exige igual así sea otro el país en el que la continúan circunstancialmente. No son vacaciones, sino un pasaje al conocimiento y a la superación personal.  

Mirna está de intercambio por la carrera de Administración en Tunja.
Mirna está de intercambio por la carrera de Administración en Tunja.

Segunda vez 

En Colombia son dos horas menos que en Argentina y Mirna aprovecha parte de su tiempo libre para hablar con El Periódico, a la distancia, de su vida actual en el país latinoamericano. La joven sanfrancisqueña estudia Administración, aunque atravesó muchos vaivenes en estos años porque primero había empezado Contador Público y luego hizo el cambio.  

Adaptada a las transformaciones supo acoplarse porque su objetivo es obtener un título que le permita expandirse y seguir creciendo. A lo lejos valoró la educación pública, de calidad y las oportunidades que se le abrieron en la universidad.  

Es la segunda vez que hago un intercambio, vine a la misma ciudad (Tunja) pero a la otra universidad. Me enteré de esta propuesta porque dos chicas de La Francia hicieron el intercambio, contaron en el Cres y quedé impactadísima”, dijo.  

A ella le encanta viajar y “tener el respaldo de una institución como la universidad” lo terminó haciendo más atractivo. Colombia la convenció más que México por la cercanía ya que por la primera experiencia quedó fascinada con la calidez de las personas y todo lo que tiene para ofrecer culturalmente.  

"Elegí Colombia por cercanía, pero además es muy cálido en cuanto a su gente. Esta segunda vez elegí venir al mismo lugar. La ciudad es muy linda, tiene mucha historia porque por allí pasó Bolívar y tiene muchos lugares para visitar de personajes locales”, contó la sanfrancisqueña.  

Mirna se encuentra en Colombia por segunda vez de intercambio.
Mirna se encuentra en Colombia por segunda vez de intercambio.

Expectativas académicas 

Respecto a lo que sucede con el presente académico, Survera contó que se encuentra actualmente en la Universidad Santo Tomás, seccional Tunja (departamento Bocayá). Se trata de un establecimiento educativo privado con mucho prestigio en aquel país.  

Sobre el contexto comparativo con la educación nacional destacó: “La educación argentina es de primer nivel. Los contenidos y enseñanza siempre en nuestro país son un poco más altos. Acá los profesores ayudan mucho y más cuando sos estudiante de intercambio”. 

Sus días se reparten entre conocer, estudiar y trabajar algo que lo puede continuar a distancia, si bien es agotador dijo que “quiere devolver el apoyo y estar a la altura por lo que toda esta organización es un gran desafío personal”.  

Mirna está a ocho materias de recibirse, tres las está cursando en Colombia y desde ese fastuoso edificio no dudó en pensar lo valioso que es el sistema educativo de nuestro país.  

Acá prevalece la educación privada, entonces uno aprende a valorar mucho la educación pública. Todo es dinero o una beca donde se necesita un nivel altísimo para aplicar, entonces es cuando lo valorás al nivel de educación y que sea pública y gratuita”, concluyó.  

Diana y Luis fueron recibidos para convivir con un graduado de Diseño Industrial.
Diana y Luis fueron recibidos para convivir con un graduado de Diseño Industrial.

De México a Argentina 

Luis viene de Guadalajara (Jalisco) y Diana de Tijuana (Baja California). Se conocieron físicamente en un avión, pero el diálogo cuando supieron que vendrían al mismo lugar lo empezaron un mes antes.  

Los dos están estudiando Diseño Industrial, cursan actualmente en el Cres dos materias de tercer año y una de cuarto que les serán revalidadas en México.  

Me sentí muy aceptada, muy en confianza, el nivel académico me sorprendió, las clases me sorprendieron”, contó Diana.  

En el primer día fueron de visita a una fábrica en el marco de las actividades académicas, apenas conocían a sus compañeros así que fue una gran aventura en cierta manera.  

Diana y Luis provienen de la Universidad de Baja California y la Universidad de Guadalajara respectivamente. Ambas son instituciones públicas con instalaciones de mayor tamaño pero planes de estudio similares.  

“El nivel me pareció muy bueno, allá hay más alumnos y es más grande, pero el nivel aquí es alto. Se me hace padre (sic) que seamos pocos porque el profesor está en contacto con nosotros para solucionar dudas”, indicó Luis.  

De intercambio 

Luis siempre quiso llegar a ser estudiante de intercambio, se mezclaban metas personales y profesionales.  

“Argentina se me hizo muy bueno porque me revalidarían mis materias, había escuchado del nivel alto y lo comprobé en una materia donde me costó un poco acoplarme".  

Sin embargo, lo más atrapante de todo viene por lo cultural en su caso y explicó las causas. "Lo más lindo que me voy a llevar son las experiencias, me gusta que la gente me cuente de sus vidas, de la carrera o de conocimientos generales, es lo que más valoro”, sostuvo. 

La idea de Diana también era la misma desde que estaba en la Preparatoria. Quiso viajar y estudiar: “Lo que me llamó mucho la atención es la cultura, su arquitectura. Además vi el nivel académico y que hubo muchos avances en el Diseño Industrial, también me convenía la equivalencia de materias”. 

Anfitriones especiales 

A los dos la ciudad les pareció muy silenciosa, tranquila, pero la comida no es similar. “Aquí es más difícil conseguir picante, si bien las comidas son similares nos falta eso”, contaron entre risas.   

En San Francisco fueron recibidos por Lucas Porporatto, que ofreció su departamento para alojarlos. Diana y Luis igual ya habían decidido vivir juntos para abaratar costos, pero tener un diseñador industrial recibido como anfitrión lo superó todo.