La calidad del aire que respiramos mientras compartimos un espacio cerrado con otras personas es un tema que cobró significativa importancia desde la llegada del Covid, y que impulsó la búsqueda de soluciones desde lo científico y lo tecnológico. En ese sentido, en la UTN Facultad Regional San Francisco, el joven Emmanuel Lescano presentó días atrás un Sistema de Monitoreo de Calidad del Aire, proyecto con el que logró alcanzar su título de Ingeniero Electrónico.

“Se trata de un sistema para ser utilizado en espacios interiores, en ambientes cerrados, como un aula de una escuela o de la universidad, de un Hospital y con aplicaciones que van más allá de lo sanitario. Si bien el origen del proyecto fue la temática sanitaria después de lo que pasamos con el Covid, podría utilizarse también en centros de tratamiento de materiales radiactivos, por ejemplo”, explicó Emmanuel, a pocos días de culminar su carrera de grado.

El sistema funciona con nodos que miden “factores que influyen directamente en la calidad del aire, como dióxido de carbono, temperatura, humedad, presión, y como el sistema podría ser destinado a un hospital o un espacio donde se atiendan a personas enfermas, también mide la iluminación”, dijo.

Y luego amplió en qué consiste cada uno de estos factores y por qué es importante medirlos para analizar la calidad del aire en ambientes cerrados: “El dióxido de carbono ayuda a medir de manera indirecta cuán viciado está el aire. La temperatura y la humedad se relacionan con los virus y bacterias presentes en el aire, ya que, si los valores no son los correctos en el aire, se alarga la vida de virus y bacterias y se facilita la transmisión, influyendo además en la presencia de ácaros por ejemplo”.

“Con respecto a la presión-continuó el flamante ingeniero-, por ejemplo, en el tratamiento de un paciente de Covid, se presuriza el lugar donde se encuentra, con presión negativa con respecto a la habitación contigua, entones si se produce un intercambio de aire, al tener una presión negativa ese espacio el aire se traslada de la habitación de presión positiva a la negativa. Sucede de manera inversa en un espacio con un enfermo inmunodeprimido, que necesita aire totalmente limpio, entonces se presuriza ese espacio de manera positiva de manera que, en caso de suceder un intercambio de aire, la presión positiva de la habitación del enfermo hace que el aire se dirija hacia afuera y no al revés”.

Joven ingeniero de UTN San Francisco presentó su sistema de monitoreo de calidad de aire

"Un sistema simple"

Emmanuel afirmó que el proyecto que presentó “es un sistema simple, uno tiene un panel de trabajo, los múltiples nodos recolectan la información, la envían vía wifi a un programa de computadora, un servidor que desencapsula la información y la muestra en un panel, entonces ahí uno tiene las mediciones de cada nodo, también hay un sistema de alertas programados por el usuario por si existe un valor fuera de los límites previstos, o si un nodo se está quedando sin batería”.

“Hoy en el mercado hay productos similares que miden dióxido de carbono, temperatura, humedad, pero son sistemas que muestra la información en un display pero que no recolectan datos. Entonces, por ejemplo ,si se utiliza en una escuela, estoy midiendo diez aulas de manera simultánea, tengo que estar viendo constantemente las diez aulas qué me están indicando en tiempo real, si uno no mira el display dos horas y el aire está viciado, no se da cuenta en el momento. Este sistema recolecta información, la sube a una base central, y la gráfica en el tiempo, entonces se pueden tomar decisiones de control para mejorar el sistema. Por ejemplo, hay un agrupamiento de gente a las diez de la mañana en una sala, entonces aumenta el dióxido de carbono. Al tener ese dato ya puedo decidir qué hacer para prevenir o evitar eso”.

Según el flamante ingeniero, la idea del proyecto surgió en un intercambio universitario en Colombia, en la Universidad de San Buenaventura en Bogotá, donde participó de un proyecto, que si bien no era similar al que realizó, tenía puntos de conexión. “Me traje la idea, pero cuando llegué a la Argentina tuve el problema de la disponibilidad de productos, los precios elevados, entonces apunté para otro lado. Y de a poco fue saliendo este sistema que presenté días atrás”, argumentó.

“Nos pasa a todos que cuando uno encara un proyecto final de grado, una tesis, no sabemos qué hacer, si es mucho o es poco, si vamos a demorar tres meses, diez meses, un año o tres. Cuando empecé este proyecto había pensado otra cosa, luego lo fui modificando y vi que se adaptada a la situación que vivimos con el Covid, porque tenía los elementos y pensé en qué podía resolver con eso”, señaló.